Afirmando lo anterior, Enrique Yáñez Reyes, representante de los industriales de la masa y la tortilla, explica que el disparo en el costo de los insumos que han tenido, tiene al borde de la quiebra a las tortillerías, llegando al grado de que para sobrevivir han tenido que incluir en los negocios la venta de abarrotes:
“Estamos trabajando prácticamente sin ganancias, por eso más del 90% de los compañeros ya tienen sus tienditas en las propias tortillerías, pues estas ya no sobreviven por si solas como en años anteriores en donde podíamos ver filas a mediodía, se operaba con ganancias además de que se tenían programas de gobierno que de alguna manera apoyaba a la industria”.
Para el entrevistado el negocio de la tortilla padece una situación de crisis y para salir adelante están implementando medidas como la de combinar el negocio de abarrotes con la tortillería:
“Solo así estamos sobreviviendo, ya que el margen de ganancia es apenas del 25% cuando bien nos va, toda vez que si se descompone la máquina, aumenta el gasto y se dispara el costo de la electricidad no hay ganancia alguna”.
Menciona que otra de las medidas se sobrevivencia es que los dueños de los negocios los trabajan:
“Son muy pocos los dueños que tienen la posibilidad de pagar trabajadores, cuando mucho solo uno pero por lo general es la familia que está a cargo de las tortillerías”.
Agrega que lo peor de todo es que no se ven cambios positivos en lo inmediato.