Jueces, magistrados federales y empleados del Poder Judicial expresaron su rechazo a la elección por voto popular de todos los juzgadores del país.
Consideraron que la Reforma Judicial, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, representa un riesgo para la vida democrática y republicana del país y una amenaza para el Poder Judicial de la Federación (PJF).
En el marco del Día del Abogado y Abogada, los juzgadores federales se pronunciaron contra la reforma judicial en ciernes.
“Hoy, unidos jueces, magistrados y personal del Poder Judicial de la Federación, levantamos la voz en contra de la Reforma Judicial propuesta por el Ejecutivo y defendemos la carrera judicial y la división de poderes que son dos pilares fundamentales para un sistema de justicia equitativo, eficaz y libre”, indican en un comunicado.
El magistrado Mauricio Barajas dijo que los integrantes del PJF no están en contra de la reforma judicial pero que la iniciativa que discutirá el Legislativo no cuenta con un análisis adecuado del funcionamiento del sistema de justicia en el país.
“Las propuestas planteadas en lo que llaman irreductibles encierran violaciones a los postulados fundamentales, a la independencia judicial, como lo es el cese masivo de titulares, desde ministros, ministras, juezas federales, jueces de Distrito; la cancelación de la práctica de la carrera judicial y la elección por voto popular de los nuevos titulares”, expresó.
Los juzgadores, convocados por la Asociación Nacional de Jueces de Distrito y Magistrados de Circuito del Poder Judicial de la Federación (JUFED) pidieron ser escuchados para construir una reforma que no ponga en riesgo el Estado de derecho del país y los derechos humanos.
La jueza Juana Fuentes Velázquez, directora de la JUFED señaló que la reforma pretende acabar con la independencia judicial a través de la elección de juzgadores por voto popular.
Calificó de tiempos de la Santa Inquisición la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, en sustitución del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), y de inadmisible la eliminación de la carrera judicial.
Consideró que la reforma constitucional que impulsa Morena significa el desmantelamiento del sistema de impartición de justicia en el país, para sustituirlo por un esquema de concurso de popularidad.
“Es falso que la elección de jueces por voto popular sea la mejor manera de solucionar los graves problemas estructurales de la justicia en México, cuando contamos con un sistema de carrera judicial y exámenes de oposición públicos para elegir a las personas con mayor trayectoria y conocimientos como juzgadores”, indicó.
La jueza llamó a frenar la persecución, desde el ámbito político, de los juzgadores del país y agregó que se opondrán a la reforma con la cabeza en alto.
“Nuestra dignidad como juzgadoras y juzgadores federales, como secretarios y secretarias, como actuarios y actuarias, como oficiales, no será minada con acusaciones carentes de fundamento. Durante casi seis años hemos sido víctimas de calumnias”.
“Es absolutamente falso que mil 700 juzgadores federales seamos corruptos. No lo somos nosotros ni quienes colaboran con nosotros. Exigimos por ello, que en los casos en que se tengan pruebas de corrupción, se formule la denuncia correspondiente con arreglo a derecho”, planteó.
Negó que los integrantes del PJF representen el interés de las élites o que resuelvan en contra de los más vulnerables, pues recordó que la evolución de los criterios jurisprudenciales en materia de derechos humanos ha sido progresiva.
“Es falso que liberemos delincuentes. Liberamos personas cuya culpabilidad no se ha comprobado, amparamos hoy y siempre al que es perseguido sin pruebas, con la Constitución y las demás normas aplicables como fundamento.
“Pedimos que se nos escuche y se escuchen todas las voces que sea menester para lograr el único propósito valedero de una reforma judicial: mejor justicia para todas las personas. La vía sensata para la reforma es la del paso firme pero sosegado, ajeno al apresuramiento”, concluyó.