Por Pegaso
¡ATENCIÓN!¡ATENCIÓN!
Empresa altamente rentable y con buen posicionamiento en el mercado solicita personas jóvenes, dispuestos a todo por salir adelante y forjarse un futuro prometedor.
Ofrecemos tres comidas al día, con el siguiente menú a escoger:
1.- Desayuno en cama Full English Breakfast. Incluye café o té de importación en taza de porcelana, panceta, salchichas, huevos benedictinos y judías. Si prefieres la comida israelí, te ofreceremos pescado en escabeche, huevo, ensaladas, quesos y el delicioso rugelach.
También podemos ofrecerte un típico desayuno catalán consistente en tapas de pan artesanal con jamón serrano, tomate y aceitunas, condimentado con finas hierbas.
2.- Para la comida, ¿qué te parece unos aperitivos con caviar de beluga noruega, aderezados con queso de cabra, un bistek de carne Wagyu japonesa, trufas blancas y papas La Bonnotte, todo esto acompañado con finísimo vino Sauvignon Blanc, cosecha 1883, reserva de la cava?
3.- De cena te ofrecemos risotto al pomodoro, langostinos termidor o gigot de cordero, a escoger.
Nuestros platillos son preparados por los chefs más renombrados, ganadores de estrellas Michelin, que amablemente han aceptado a venir a complacer a tu paladar.
El hospedaje que te ofrecemos deja en ridículo a las suites de los hoteles más lujosos, como el Hyatt Regency Paris Etoile o el Plaza Athénée-Dorchester Collection.
También tendrás vacaciones pagadas de un mes en los mejores resorts del mundo, bonos por productividad, fondo de ahorro para el retiro y capacitación.
No te preocupes por nada. Nuestra empresa te garantiza que tendrás una experiencia que disfrutarás al máximo.
Aquí te proporcionamos las herramientas de trabajo. Tenemos vacantes para químicos, abogados y enfermeras. No esperes más, llámanos y nosotros iremos por ti hasta la puerta de tu casa.
Pregunta por nosotros en el Rancho Izaguirre, en La Estanzuela, municipio de Teuchtitlán, Jalisco. No te arrepentirás.
TESTIMONIO DE UN SOBREVIVIENTE
“No, señor. Yo creo que nos engañaron re gacho. En el anuncio decía que nos iban a dar desayunos en la cama de no sé de dónde, con nombres bien raros, pero lo que hacían era levantarnos a las 4 de la mañana a bañarnos con agua fría y nos daban un pinche bolillo con jamón y chiles jalapeños acompañados por un refresco de lata.
No había ni aperitivos, ni caviar, ni vino blanco. Todo era chinga cuando estábamos en capacitación. Los güeyes eran bien culeros. Si algo no les gustaba nos ponían unas madrizas, nos amarraban a un palo y nos tenían sin comer todo el día. A los más picudos los ponían a pelear a muerte entre ellos, y a los perdedores los partían en pedacitos y los enterraban ahí en el patio del rancho.
Cuando llegamos no sabíamos que esa era la clase de capacitación que nos iban a dar y que las herramientas de trabajo no eran computadoras, ni escritorios. Eran los cuernos de chivo y pistolas que nos daban para matar a los guachos y a los enemigos del patrón.
Yo, la neta, sí me arrepiento de haber hecho caso del anuncio, pero ahora pienso que tuve suerte porque muchos de los que llegaron a ese infierno ya pasaron a mejor vida. Solo quedó el regadero de ropa y zapatos en uno de los patios”.
OJO: TODO LO ANTERIOR ES FICTICIO. CUALQUIER PARECIDO CON LA VIDA REAL ES MERA COINCIDENCIA.