Por Pegaso
¡Nos lo dijeron, carajo! ¡Ahí está! A disposición de todo el mundo. Simbólicamente, pero nos lo dijeron.
“Godzilla Vs. Kong”.
El enfrentamiento entre monstruos ya es una realidad. Lo estamos viendo en vivo y a todo color.
Por un lado, los Estados Unidos con sus aliados Japón, Israel, Francia, India e Inglaterra; por otro, Rusia con sus aliados China, Irán y Corea del Norte.
Como ocurrió en la serie de la franquicia, una de las mayores amenazas para Godzilla, que en este caso encarna a la alianza nipona-americana, es un dragón de tres cabezas llamado “King Gidora”.
En la tradición china se identifica a esa cultura con un dragón.
Las otras dos cabezas son Rusia y Corea del Norte.
Y ya sabemos lo que pasa cuando esos monstruos de ficción se entrelazan en titánicas peleas: La fuerza y mañas de Gidora parecen vencer a Godilla, pero este, de último momento, recarga sus baterías nucleares y exhala un potente rayo radiactivo que carboniza todo lo que toca.
En cuanto a Kong, parece encarnar a algún organismo internacional mediador, como la ONU, porque sus actos son de protección hacia los humanos.
Lo he dicho en anteriores ocasiones y lo sigo diciendo: Hollywood con sus películas, al igual que el periódico The Economist con sus portadas, nos dicen lo que va a ocurrir, y no porque sea obra de la casualidad o porque son profetas, sino porque obedecen las órdenes que les dictan los poderes económicos que gobiernan el mundo.
Y esos mismos poderes parece que están interesados en crear un nuevo orden mundial, un Gran Reseteo que acabe con parte de la población y permita volver a reiniciar con menos habitantes, como bien decía Albert Camus y como se puede ver en la película “The Avengers: End Game”, cuando Thanos chasquea los dedos con el guantalete del infinito y borra a la mitad de la población del Universo.
¿Teoría de conspiración? Difícilmente, porque los datos están ahí.
Lo difícil es verlos.
Cuando Godzilla se enfrenta a Kong o a Gidora, queda una ciudad desvastada, como si hubiese sido objeto de un tremendo bombardeo.
Compárese cómo queda Los ´Ángeles o Tokio con lo que estamos viendo en estos momentos en las ciudades bombardeadas de Gaza e Israel.
Da la impresión de que la industria cinematográfica de Hollywood y publicaciones como The Economist nos preparan para lo que viene.
¿Cuántas películas de llegada de extraterrestres se han proyectado?
Ahora todo mundo cree ver invasiones alienígenas, con artilugios de alta tecnología, como la Esfera de Buga del charlatán Jaime Maussán.
Está todo sembrado, está todo preparado para llevarnos a un colapso mundial que dará inicio a un nuevo orden.
No será exactamente como dicen las profecías de San Juan, Nostradamus, Baba Banga o Mohny Vidente, pero está claro que existe una élite mundial que hace todo lo posible por cumplir todo eso y llevar adelante sus planeas maquiavélicos.
Aunque me digan que ya me parezco a Martha Higareda, yo seguiré pensando que hay una confabulación a nivel mundial para acabar con buena parte de la población, tal como lo recomendaba Camus: “La población mundial crece al 100% cada 50 años, así que hay que darle su rasuradita”.
Y viene el refrán estilo Pegaso: “No existe mayor invidente que aquel individuo que se abstiene de utilizar sus órganos visuales”. (No hay más ciego que el que no quiere ver).