Por Pegaso
En sus redes sociales, los representantes del colectivo de búsqueda Amor por los Desaparecidos de Tamaulipas se deslindaron del bloqueo al puente internacional que realizaron familiares de una joven desaparecida en esta ciudad de Reynosa.
En virtud de que los comentarios se polarizaron y hubo muchos que aplaudieron su decisión de no sumarse al cierre del cruce fronterizo, en tanto que otros lamentaron que no apoyaran a los familiares de la víctima, quienes con esa acción buscan presionar a las autoridades para que aceleren las investigaciones en torno a la desaparición de la adolescente.
Pero, ¿de qué se extrañan? Precisamente, Amor por los Desaparecidos es una de las asociaciones civiles que más actividad tiene en redes sociales, y han tenido oportunidad en demasiadas ocasiones de conocer las veleidades de los usuarios.
Esa es la esencia de lo que ya se conoce como la Era de la Posverdad. En cada historia, en cada noticia o en cada opinión, siempre habrá gente que opine a favor o en contra, algunos con argumentos válidos y otros con reacciones viscerales. Lo único verdadero es que nunca va a haber unanimidad.
Digo lo anterior porque también se hizo viral y se polarizó rápidamente el caso de la cantante juvenil de no sé qué estilo llamada Yaritza Martínez, integrante del grupo Yaritza y su Esencia.
La joven, detenida en Estados Unidos y lista para ser deportada a México, donde deberá enfrentar acusaciones directamente de la Presidenta por difundir un discurso de odio y desprecio hacia los mexicanos, además de ofender con palabras altisonantes a la gobernanta. Es una malcriada que confunde libertad con libertinaje.
También conocida en redes sociales como “Lady Chicken”, porque una vez dijo que le gustaba más el chiken que los tacos, tiene facha de machorra y su forma de hablar es más propia de carretoneros. Como que le hizo falta que sus padres agarraran un cable de plancha y se lo zorrajaran en el lomo para que aprendiera algo de respeto. Aunque nació y creció en Estados Unidos, tiene pintado el nopal en la frente.
No es que no diga la verdad en torno a lo que sucede en México y a los mexicanos, sino la forma de decirlo. Asegurar que la Presidenta es “culera”, cae dentro de lo corriente, chafa y arrabalero, además de ser ofensivo, no para la persona que es Claudia Shikitibum, sino para la institución que representa.
Vi la noticia sobre su detención en Estados Unidos y su posible extradición a México. Luego alguien subió un material donde decían que una turba la había agredido a su llegada al AIFA, pero para mí que eso es fake.
Lo que sí es cierto es que tal escenario puede darse. Y más conociendo a los chairos, que tienen la piel muy delgada y van a defender a quien les da su pequeña limosna bimestral.
El punto es que hay una gran polémica por lo que se considera son ofensas de la cantante a todo el pueblo de México.
Hay que recordar que allá, por la década de los noventas, el cantante de origen italiano Tiziano Ferro dijo que todas las mexicanas están bigotonas, y aunque en aquel tiempo no había redes sociales, el tipo fue vetado y ya nunca se le volvió a ver en nuestro país.
¿Pasará lo mismo con Lady Chicken?
Recordemos que una cosa es la libertad de expresión y otra, el libertinaje al expresarse.
No puedes ir por la vida insultando a la gente bajo el argumento de que tienes derecho a expresarte libremente. Recordemos que nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás, y si las palabras de la cantante hirieron el orgullo de los mexicanos y ofendieron a la Presidenta, tendrá que pagar las consecuencias, como cualquier hijo de vecino.
Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “El vertebrado acuático por la cavidad bucal perece”. (El pez por la boca muere).