¿Ven? Miles de veces les he dicho que no soy pitoniso, oraculero, nigromante, augur, profeta, vidente, brujo, chamán, cartomanciano, vate, iluminado o iniciado, pero lo que ahora están diciendo en las redes sociales y los medios de Gringolandia lo dije con varias horas de anticipación: ¿Y si fue auto atendado lo del Trompas?
Bueno. Técnicamente sí lo fue. El chavo que dicen que disparó, Thomas Matthew Crooks, estaba registrado como militante del Partido Republicano, el mismo de El Trompas. O sea, que ellos mismos le dispararon a su candidato.
Pero además, hay muchas cosas que no tienen sentido. El Servicio Secreto, que se supone estba ahí para salvaguardar su vida, fue advertido momentos antes de la presencia de un tirador desconocido arriba de un techo y no le dieron importancia.
Como en cada evento importante, todo se empieza a distorsionar y a llenarse de teorías de conspiración.
Por ejemplo, y esto lo escribí horas antes de empezar a leerlo en las redes sociales, ya consideran casi un hecho que se trató de un montaje corografiado, señalando además lo siguiente:
-Un asesino demasiado torpe.
-Una seguridad demasiado relajada.
-Una reacción sin desconcierto.
-Una herida demasiado pequeña.
-Una foto demasiado buena.
Circulan videos que pretenden demostrar que al momento del disparo, El Trompas se llevó la mano hacia la oreja derecha, pero en esta llevaba un objeto desconocido.
No sé si era un sobrecito de salsa cátsup o si los gringos ya miran moros con tranchete por donde sea, lo cierto es que a mí, desde el momento en que oí de este atentado, se me hizo algo muy estrambótico, muy al estilo del nazi intolerante, maniático y ahora, mitómano individuo.
Quienes piensan que todo fue una trama para hacerle ganar más puntos con miras a la elección presidencial, que será allá por noviembre de este año, aseguran que si en el caso de John F. Kennedy el francotirador pudo atinarle en la cabeza en un auto en movimiento, ¿por qué no acertaron en un blanco fijo, como era El Trompas en ese momento?
¡Naaaaa! A otro perro con ese hueso.
Existen los recursos y los motivos para que todo haya sido una actuación.
De aquí a noviembre pueden ocurrir muchas cosas, por ejemplo, que los demócratas le den una patada en el trasero al viejito bolsas miadas de Pepe Biden y pongan en su lugar a una persona que sí haga contrapeso, como Michael Obrama, ex primer damo (esposo del ex presidente Obrama, dicen), o la actual Vicepresidenta, Tamala Jarris.
Cualquiera de los dos puede darle batalla al Trompas. Sobre todo si se demuestra lo mentiroso, falaz, embustero y marrullero que ha sido al perpetrar este autoatentado.
Viendo un video de un chavo que está vivito y coleando, que se identifica como Thomas Matthew Crooks (sí, el mismo francotirador que fue asesinado en el escenario donde fue herido El Trompas), me hace pensar que el verdadero tirador es un sujeto altamente entrenado.
Thomas Matthew Crocks tiene 20 años, es casi un niño, pero el tipo abatido por el Servicio Secreto está cachetón, barbón y aparenta más de cuarenta años. Tiempo de vida suficiente para que se haya adiestrado como un tirador de élite en el Ejército o la Marina gringos. Esos sí no fallan, y si fallan, lo hacen a propósito. (No sé por qué me recuerda el caso de los dos Aburtos, en el asesinato de Luis Donaldo Colosio).
Hay francotiradores que han acertado un tiro a más de dos kilómetros de distancia. Aquí solo había poco más de 120 metros. ¡Pegarle a alguien en una oreja es pan comido para un experto!
Con esto termino el infumable tema del atentado a El Trompas y los dejo con el refrán estilo Pegaso que dice así: “Cavila de manera errónea y estarás en lo correcto”.(Piensa mal y acertarás).