Reynosa, Tam. El propio Presidente Municipal de Reynosa Carlos Peña Ortiz a) El Makito, abrió la puerta a los jóvenes para hacer desmanes en la plaza principal luego de realizar un afónico grito de Independencia y hacer la presentación del cantante de corridos tumbados Gabito Ballesteros.
“Hoy les daré el pase de Tránsito para que no los ndetengan, pero no se pasen de lanza”, fue la invitación que formuló el mozalbete alcalde, dando con ello paso a que los asistentes quitaran las vallas y se acercaran al cantante en una cantidad poco superior a las 5 mil personas y no las 15 y hasta 25 mil que anuncian en su boletín alegre.
Mientras esto ocurría decenas de jóvenes penetraron a la plaza con cervezas enlatadas en mano, dando un grotesco espectáculo que provoco la salida de familias que esperaban para el cierre del evento la presentación de un cantante de música folclórica o al menos regional norteña y no este tipo de tarabilla desafinada que causó la decepción de la mayor parte de los concurrentes adultos y aun los adolescentes que se esperaban otro tipo de música.
YA ERA SUFICIENTE
Previamente, antes del grito habían desfilado por el escenario varios buenos artistas locales como el Grupo Insignia de la Co. Zurdo Music; la cantante de ranchero Aglae Salinas y el chamaco sensación Bruno Caleb, que la está rompiendo donde quiera que se presenta.
Con eso habría sido suficiente en el plano artístico, pero el Presidente Municipal siguiendo sus gustos personales dejó que el espectáculo artístico lo cerrara Gabito Ballesteros, provocando la escandalera por la serie de libertades que se dieron a los asistentes entre ellas “mamarse” como becerro de año, sin necesidad de enfrentar a los arbitrarios elementos de vialidad.
Una serie de pleitos se registraron en los alrededores de la plaza entre jóvenes ebrios o tal vez drogados como la campal que se escenificó en calle Guadalupe Victoria entre Colon y Madero, donde los jóvenes se dieron duro y macizo mientras la Policía de Proximidad, Guardia Estatal y miembros de SEDENA estaban concentrados en los alrededores de la plaza, pero maniatados para actuar contra los desadaptados.
CAGADERO POR TODOS LADOS
Sin sanitarios suficientes, muchos jóvenes acudieron a la ex biblioteca de la plaza, donde los sanitarios fueron clausurados mientras jóvenes y señoritas hicieron sus necesidades en el pasillo y arrojaron vasos de unicel con orines y estiércol por todos lados.
El desorden había iniciado desde temprano cuando se instalaron una serie de vallas para impedir el paso hacia el primer plano de presidencia y el escenario, provocando en amplia superficie una nula visibilidad del evento artístico.
Desde temprano familias y parejas adultas abandonaron el lugar donde había aun alambres y varillas tiradas, ya que obras de reposición de drenaje e instalación de adoquinado por cierto muy comercial, aun no reciben los toques finales.
TODO UN CHIQUERO
Había tomas de drenaje abiertas y en pequeños grupos la gente se amotinaba a ver la transmisión a través de video que registró múltiples fallas y cortes de sonido en las cuatro esquinas de la plaza.
Lo más emotivo fue el encendido de la pirotecnia donde generosamente se quemaron al menos dos millones de pesos en cohetes y chifladores que solo disfrutaron las decenas de invitados y colados que se treparon al balcón de presidencia municipal.
Otros que tuvieron regular visibilidad fueron los precavidos que contrataron alguna habitación en el Hotel San Carlos y presenciaban el desorganizado evento desde lo alto de los balcones.
DESTRUYEN ADOQUIN FRESCO
Para acabarla de amolar decenas de vehículos entre ellos tráilers que portaban toneladas de equipo sonoro de Gabito Ballesteros y otras agrupaciones musicales entraron en contrasentido por las calles Morelos y Zaragoza, en tanto camionetas de particulares y de fuerzas armadas subían al aun freso adoquín en calle Hidalgo entre las dos calles ya mencionadas.
El comentario general fue que el evento tuvo mucha visita por la propaganda al cantante foráneo y el imán de taquilla que trae entre los jóvenes, pero se perdió la esencia de la celebración patria con la ausencia de más mariachi y mayor folclore nacional, que inspira a los mexicanos y no al texano estudiado en Harvard que tenemos como alcalde.