Reynosa, Tamaulipas. No hay día que no se reporte en las redes sociales la presencia de ponchallantas sobre diversas avenidas de la ciudad.
Delincuentes que huyen de las autoridades acostumbran tapizar las calles con ese tipo de artefactos, provocando daños no solo a las llantas de los vehículos oficiales, sino también a los particulares.
Por ejemplo, ayer por la noche se reportaron ponchallantas sobre el Viaducto y la avenida Las Torres. Simultáneamente, en algunas colonias como La Joya, La Nopalera, Villa Esmeralda, Industria Maquiladora y Unidad Obrera se reportaron detonaciones y persecuciones.
Recientemente se supo que varios individuos, desde una camioneta, dejaron caer ponchallantas en el estacionamiento de Soriana Hidalgo, ante el alboroto de los clientes que fueron testigos del hecho.
La situación ha popularizado las llamadas “llanteras móviles”, un servicio que prestan particulares a bordo de un vehículo equipado con bomba de aire, herramientas para desmontar los neumáticos dañados y material para la reparación.
La persona que haya sufrido de una avería causada por ponchallantas, puede solicitar ese tipo de servicios vía teléfono celular, mediante una búsqueda en redes sociales como Facebook.
Por ejemplo, en el sitio de Facebook Llantera Movil Reynosa, que cuenta con 2.6 mil seguidores, se ofrece la reparación de cualquier tipo de llantas, tanto de autos como de vehículos pesados, con servicio dentro y fuera de la ciudad con precios especiales.
El teléfono es 8995070966 y el correo electrónico Bernardocarreracabral@hotmail.com.
Asegura estar siempre abierto y ha sido recomendado por el 88% de los usuarios.
Otro que ofrece el servicio es la llantera móvil “El Rey”, con teléfono 8995438802, con servicio a toda la ciudad. Su página de Face tiene 168 seguidores.
QUÉ SON LOS PONCHALLANTAS O ESTRELLAS
Son objetos metálicos diseñados para perforar los neuméticos. Algunas corporaciones policiales los utilizan para detener vehículos, pero los delincuentes le han hallado otro uso: Durante las persecuciones los tiran en las calles para detener los vehículos de las fuerzas de seguridad.
Son elaborados por miles en talleres de herrería clandestinos, utilizando varillas de construcción. Se cortan trozos pequeños de la varilla, se doblan en “v”, se unen dos de ellos con soldadura para formar una especie de estrella y se afilan las cuatro puntas.
Eso garantiza que al tirarlos en el suelo siempre quede un pico para arriba, suficiente para causar un daño irreparable al neumático y la inhabilitación momentánea del vehículo.
Sin embargo, son los automovilistas los que más sufren cuando ocurren situaciones de riesgo. Hay ocasiones en que varios vehículos quedan varados al mismo tiempo y las personas pierden el día de trabajo, además del costo de una nueva llanta.