- Ayer domingo, Nuevo Laredo y Tamaulipas, estuvieron en el radar informativo y político de México y de los Estados Unidos, derivado de la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien vino a supervisar la construcción de las nuevas instalaciones de la Agencia de Aduanas de México, la cual será inaugurada el próximo mes de marzo. Con esta inauguración, se fortalecerá la actividad exportadora-importadora de México, Estados Unidos y Canadá que, gracias al T-MEC, conforman una de las áreas comerciales más dinámicas e importantes del mundo, pero no necesariamente la más destacada en términos absolutos, por el momento. Sin embargo, México, Estados Unidos y Canadá juegan un rol clave en la economía y el comercio del mundo, y tienen un futuro muy promisorio en el horizonte.
Este domingo tuvo una interpretación muy especial para Tamaulipas y para Nuevo Laredo. Desde la noche del sábado, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo arribó al Aeropuerto Internacional Quetzacoatl en Nuevo Laredo, en donde fue recibida por el Gobernador de Tamaulipas, el Dr. Américo Villarreal Anaya y su esposa, la presidenta del DIF Tamaulipas, la Dra. María de Villarreal.
Entre muestras de afecto que existen entre ellos, más allá de la política y el servicio público, hay un reconocimiento tácito entre la presidenta y el gobernador, el gobernador y la presidenta, lo que habrá de traerle muchos beneficios a la entidad tamaulipeca, ya que más allá de los afectos, Tamaulipas ocupa un lugar estratégico, geopolíticamente hablando, en América del Norte y en la relación binacional entre los Estados Unidos y México.
Eso lo sabe, y lo sabe bien la Dra. Claudia Sheinbaum, quien en su gira por Nuevo Laredo, supervisó los avances en la construcción de la Agencia Nacional de Aduanas, instalación punta de lanza para el comercio exterior de México. Le doy un par de datos: el intercambio comercial entre México y Estados Unidos, a través de la aduana de Nuevo Laredo, es uno de los más importantes en América del Norte, debido a su ubicación estratégica y su papel como uno de los principales cruces fronterizos entre ambos países. Nuevo Laredo es una de las principales puertas de entrada de mercancías hacia y desde México, siendo un punto clave para el comercio bilateral.
Cada día cruzan por Nuevo Laredo, entre 12,000 y 14,000 camiones por el puente internacional de Nuevo Laredo. Tan sólo en 2023, el comercio total entre México y Estados Unidos superó los 700,000 millones de dólares, y una gran parte de estas mercancías pasaron por este cruce fronterizo. Y de ahí la importancia que Nuevo Laredo tiene para Tamaulipas y para México.
Adicional, entre los productos que se transportan por este cruce se incluyen automóviles, autopartes, maquinaria, productos electrónicos, productos agrícolas, alimentos y textiles, bienes que representan sectores clave para las economías tanto de México como de los Estados Unidos.
Y así lo entiende y reconoce la presidenta de México, Claudia Sheimbaun: “Nuevo Laredo es y seguirá siendo el principal puerto terrestre fronterizo de todo el continente americano”. Contundente, sin duda, el mensaje de la presidenta de México, durante su visita dominical a Nuevo Laredo, donde colocó a este puerto fronterizo, en el foco de Latinoamérica, como la aduana más importante en el cruce de mercancías entre México y Estados Unidos.
El mayor reto en el cruce por Nuevo Laredo lo representan el tráfico y los tiempos de espera, así como las políticas cambiantes en Estados Unidos, como los aranceles o las normativas de importación, que afectan la rapidez y eficiencia de la aduana. Asimismo, la mejora continua de la infraestructura, el fortalecimiento de las relaciones comerciales bajo el T-MEC, y la adopción de tecnologías más avanzadas para el control aduanero, representan oportunidades para mejorar aún más el intercambio comercial y reducir los tiempos de espera.
El cruce de mercancías a través de Nuevo Laredo tiene un gran impacto económico, tanto para la ciudad como para la región. Primero, en el sector aduanero, se generan miles de empleos directos e indirectos, incluyendo trabajadores de aduanas, agentes de transporte, personal de seguridad, operadores logísticos, empleados de empresas de servicios de transporte y carga, entre otros. Además, el sector aduanero impacta en otras áreas económicas, como el sector inmobiliario, comercio minorista y servicios, contribuyendo significativamente a la economía de Nuevo Laredo y la región de Tamaulipas.
Pero además, Nuevo Laredo facilita el comercio no solo entre México y Estados Unidos, sino también con otros países. La conectividad por carretera y ferrocarril desde este punto hacia el resto de México y otras regiones de América Latina lo convierten en un punto logístico esencial para el comercio transnacional. Y por ello no es circunstancial que en su proyecto de gobierno, la presidenta Sheinbaum tenga el ojo puesto en el ferrocarril México-Nuevo Laredo, por hablar sólo del transporte a la frontera neolaredense.
Además, sería muy sano que las concesiones carreteras que confluyen a Nuevo Laredo, sean ampliadas para que en lugar de dos carriles de ida y dos de regreso, la vía tuviera por lo menos seis, para desfogar de manera rápida y segura el transporte pesado, desde y hacia, la frontera neolaredense.
Hay mucho que hacer en el tema aduanero entre México y los Estados Unidos, ya que el intercambio comercial entre ambos países no solo es crucial para las dos economías, sino también para la estabilidad y prosperidad de la región de América del Norte. Este comercio crea un sistema de interdependencia que permite a ambos países aprovechar sus fortalezas económicas, mitigar sus debilidades y complementarse, mejorar su competitividad global, y generar empleos e inversión. Y el tratado comercial, el T-MEC, ha consolidado y modernizado esta relación, haciendo que el intercambio comercial sea más eficiente, transparente y justo para las partes involucradas.
Y eso lo saben, y lo saben bien, tanto la presidenta Sheinbaum, como el presidente Trump y el primer ministro Trudeau: la región de América del Norte si no tuviera el acuerdo comercial se convertiría en un galimatías para las economías de las tres naciones: se incrementarían la incertidumbre, los costos y las barreras comerciales, lo que afectaría directamente a las empresas, los empleos y los consumidores. Y la integración económica que hoy existe en América del Norte sería reemplazada por mayores restricciones comerciales, lo que podría reducir la competitividad global de los tres países y aumentar los costos para los consumidores y productores. El tratado de libre comercio es pues, una pieza clave, para mantener el flujo eficiente de bienes y servicios, lo que beneficia a todos los involucrados en esta actividad.
Por el contrario, un acuerdo comercial más robusto, un mejor T-MEC, generará mejoras en varias áreas clave, desde la competitividad económica hasta la cooperación regional en temas como tecnología, sostenibilidad y seguridad. Y en esta ecuación, Nuevo Laredo, tierra gobernada por Carmen Lilia Canturosas Villarreal, juega un papel privilegiado y será cada día más importante en los próximos años, porque se ve difícil, muy difícil, casi imposible, que en el mediano plazo una nueva aduana México-Estados Unidos pueda sustituir a Nuevo Laredo, lo que se ve a años luz debido a la falta de infraestructura aduanera, comercial y de servicios que soporte una empresa de este tamaño.
Y si a eso se le suma el buen momento y el buen gobierno que viven Tamaulipas y Nuevo Laredo, sumado a la intensión de la presidenta Sheinbaum de potenciar al municipio fronterizo tamaulipeco como una fortaleza aduanera de México, lo que se observa en el horizonte es que la tierra que gobierna Carmen Lilia Canturosas Villarreal galopa a toda velocidad a lograr mejores niveles de desarrollo y de vida para los ciudadanos.
1.Arias Consultores, en su estudio del mes de octubre de este 2024, sobre el desempeño de los sistemas DIF estatales, reconoció a la administración del DIF Tamaulipas, que preside la Dra. María de Villarreal, lo que, evidentemente, representa un orgullo para todo el equipo que acompaña a la presidenta del organismo, en este viaje en donde se apoya a los más vulnerables de Tamaulipas.
De acuerdo de esta medición, las mejores presidentas las encabeza, en el primer lugar, la Dra. María de Villarreal, de Tamaulipas; en segundo lugar, Wendy Yamilé Méndez Naal, de Yucatán; en tercer lugar, Aurora Jiménez Esquivel, de Aguascalientes; en cuarta posición, está Marcela Gorgon Carrillo, de Coahuila; y en quinta posición, Ruth González Silva, de San Luis Potosí.
Entre los peores sistema DIF del país están, Tabasco, presidido por Aurora Raleigh de la Cruz, en el lugar 28; Chiapas, presisido por Delia María González, en el 29; en el lugar número 30 se ubica el DIF Zacatecas, que preside Sara Hernández de Monreal; en el sitio 31 se ubica el DIF Oaxaca que preside Irma Bolaños Quijano; y finalmente, en el lugar número 32, se ubica el DIF Tlaxcala, que preside Mariana Espinosa de los Monteros.
Y como honor a quien honor merece, reconocemos el esfuerzo, el trabajo y los resultados de la presidenta del DIF Tamaulipas, la Dra. María de Villarreal, a quien este estudio, sin más ni menos, simplemente reconoce lo que ha construído al frente del organismo asistencial de Tamaulipas.
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