México no había producido menos de 1.5 millones de barriles diarios desde septiembre de 1979, cuando la extracción en época de López Portillo alcanzó un millón 472 mil barriles.
De acuerco con Jeanette Leyva Reus, columnista de El Financiero, la preocupación en la industria petrolera mexicana crece porque cada día se profundiza la caída en la producción de petróleo, la cual registra niveles mínimos desde el sexenio de José López Portillo.
Cabe recordar que este año Pemex enfrenta una de las crisis de impago a proveedores más importante de los últimos años, lo cual tendría un impacto visible en los niveles de producción.
Además, la promesa de Claudia Sheinbaum de que Pemex pagará las deudas por 20 mil millones de dólares a proveedores y contratistas en el primer trimestre del año tiene en suspenso a cientos de compañías que en diciembre confirman que frenaron indefinidamente sus operaciones en Villahermosa, Ciudad del Carmen, Paraíso y Veracruz, con “vacaciones forzadas”, ante la falta de pago.
En esta fila también se encuentra el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, a quienes adeudan algo así como seis mil millones de pesos, cifra mucho menor, pero que bien podría poner en jaque a la paraestatal.
Fitch ratifica calificación de Pemex en ‘B+’
En diciembre pasado, Fitch Ratings ratificó la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) en ‘B+’ para sus emisiones de largo plazo en moneda local y extranjera, con perspectiva estable.
La agencia calificadora detalló en su más reciente decisión que la evaluación refleja la dependencia de la empresa estatal del presupuesto público, su vulnerabilidad financiera, su alta deuda y un historial ambiental, social y de gobernanza (ESG) que dificulta su atracción de capital.
“Las calificaciones de Pemex están cuatro niveles por debajo del soberano, lo que refleja la opinión de Fitch de que Pemex sigue siendo financieramente vulnerable y su historial ESG perjudica aún más su capacidad para recaudar capital”, explicó.
El reporte señaló que Pemex requiere de un apoyo significativo del Gobierno mexicano para cubrir sus necesidades financieras en los próximos años, en especial para la deuda de corto plazo estimada en 359 mil millones de dólares.