Wednesday, January 15, 2025

Al Vuelo-Dicotomía

Por Pegaso

Cuando ocurre un fenómeno, simultáneamente suele aparecer su contraparte.

Así, en la película “El Protegido” (Unbreakable, por su título original en inglés. Estrenada en el año 2000. Director: M. Night Shyamalan. Protagonistas: Bruce Willis, Samuel L. Jackson, Robin Wright Penn, Charlayne Woodard y Spencer Treat-Clark), David Dunn, personaje interpretado por Bruce Willis es un tipo que nunca padece enfermedades, que posee una fuerza superior al promedio de los hombres y cuyo hijo piensa que es un superhéroe.

Simultáneamente, Elijah Price, personalizado por Samuel L. Jackson, es un sujeto enfermizo que padece osteogénesis imperfeca, condición médica conocida como “huesos de cristal”.

Tras una interesante trama, éste último descubre su propósito en la vida, que es ser el villano, como en las tiras cómicas.

Hay muchos otros ejemplos de lo que quiero decir, sin embargo, baste saber que como seres humanos, nuestro cerebro presenta una dicotomía. Está dividido en dos partes que se comunican entre sí por medio del cuerpo calloso.

Como resultado, solemos pensar siempre en función de los dos extremos de una misma cosa, por ejemplo: Blanco y negro, alto y bajo, amor y odio, vida y muerte.

Pocas veces nos ponemos a pensar en los términos medios porque, para fines cerebrales, eso carece de interés.

El asunto viene a cuento porque hay otro aspecto de la vida que nos hace confirmar esa tesis: En la actualidad, el Ser Humano está evolucionando hacia dos direcciones diametralmente opuestas.

La primera, la estupidez. La segunda, la genialidad.

LA ESTUPIDEZ: Lo vemos todos los días en las redes sociales. Tipos que se creen mujeres, parejas que prefieren tener mascotas a tener hijos, influencers que recomiendan no estudiar porque ganan más dinero creando contenido basura, gente que gusta de la narcocultura, el reggetón y mil cosas más.

LA GENIALIDAD: Por el lado opuesto, cada vez hay más niños genios. El nuevo campeón mundial de ajedrez, Gukesh Dommaraju, tiene 18 años, misma edad que el campeón de ajedrez rápido, Volodar Murzin.

Y lo nuevo: El niño ruso Roman Shogdzhiev, quien obtuvo la norma de Maestro Internacional de ajedrez a los 9 años.

También el argentino Faustino Oro, de 10 años, apodado “el Messi del Ajedrez”, apunta para grandes logros en el juego ciencia.

En entrevista que le hicimos a la Presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionistas de Reynosa, la siempre sonriente y buena onda Yirla García, destacaba el cambio generacional que el dominio de la tecnología está impulsando.

Jóvenes que ya no quieren trabajar, porque aspiran a convertirse en influencers y ganar dinero fácilmente.

La recomendación de la representante de AMPRAC es que se pongan a estudiar, porque de esa manera aportarán al país en temas realmente importantes, como la salud, la ciencia y la tecnología.

La estupidez y la genialidad no son cosa de generaciones, sino de actitudes.

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “Individuo que ciñe en exceso, poca cantidad constriñe”. (El que mucho abarca, poco aprieta).

 

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