Por Pegaso
¿Alguna vez han visto la película Armageddon? (Armageddon, por su título original en inglés. Estrenada en 1998. Director: Michael Bay. Protagonistas: Bruce Willis, Ben Affleck, Liv Tyler, Will Patton, Steve Buscemi y William Fitcher). ¿O Impacto Profundo? (Deep Impact, por su título original en inglés. Estrenada en 1998. Director: Mimi Leder. Protagonistas: Robert Duvall, Téa Leoni, Elijah Wood, Morgan Freeman y Vanessa Redgrave).
Ambas se estrenaron el mismo año y ambas son muy similares. Tratan de un asteroide, en el primer caso y de un cometa en el segundo, que amenazan con impactar la tierra en un corto plazo.
En Armageddon, Bruce Willis lleva a su equipo de perforadores al asteroide para colocar una bomba nuclear y partirlo a la mitad antes de que llegue a nuestro planeta.
En Impacto Profundo, la nave Messiah, comandada por Robert Duvall tiene la misión de hacer detonar cargas nucleares para detener al cometa.
En ambos casos, lo logran en el último segundo y así, nuevamente, los gringos salvan a la Humanidad de una catástrofe casi inminente.
Hoy, en la vida real, las principales agencias espaciales, la NASA de los Estados Unidos y la ESA, de Europa, activaron el Protocolo de Seguridad Planetaria por el posible impacto contra La Tierra del Asteroide 2024 YR4 en algún momento del año 2034.
Parece lejano, pero en términos astronómicos, es apenas un pestañeo.
También la posibilidad de impacto son mínimas, de apenas el 1.6%, pero volvemos a lo mismo: Es mucho, si tomamos en consideración las enormes distancias que hay de un cuerpo celeste a otro. Es mucho mayor que si dos balas disparadas a un kilómetro de distancia en sentido contrario chocaran a la mitad de su camino.
Pero tampoco hay por qué alarmarse. En las dos películas citadas, la gente se pone a rezar, sacando de sí lo mejor y lo peor del ser humano.
Aún con la activación del protocolo, los especialistas en esos temas recomiendan seguir de cerca la trayectoria de ese pedazo de roca de casi cien metros de diámetro que, si choca contra La Tierra, sus efectos serían ciertamente destructivos, pero solo podría destruir una ciudad mediana.
Ni sería un Asesino Global, como en Armageddon, ni un ELI (Evento Ligado a la Extinción), como en Impacto Profundo.
Lo que sí quiero hacer notar es que nuevamente aquí tenemos el ejemplo de la retroalimentación que representan las producciones cinematográficas de Hollywood.
Cada cinta que se estrena y tiene mucho éxito comercial, el inconsciente colectivo busca proyectarlo en la realidad, y así tenemos muchas, muchísimas personas que aseguran que vivimos en una Matrix, como la película homónima; también que hay extraterrestres viviendo entre nosotros, como en Hombres de Negro, o que se escuchan trompetas en el cielo presagiando el Juicio Final, como en La Guerra de los Mundos.
Lo diferente ahora, con el asteroide que posiblemente pase muy cerca de La Tierra, o que eventualmente podría chocar con ella, es que lo están diciendo autoridades serias y no la gente común y corriente.
Pero ya me imagino cómo empezarán a reaccionar los conspiranoicos.
Habrá quienes empiecen a acumular más agua y alimentos enlatados, haciendo túneles en sus casas, como de hecho sucede en los Estados Unidos, donde hay miles de búnkers donde familias completas esperan permanecer a salvo durante el fin del mundo, sea por un asteroide, un cometa, una pandemia, una guerra zombie o una invasión extraterrestre.
Ni modo. Así es la raza. Qué le vamos a hacer.
Termino mi colaboración e hoy con el refrán estilo Pegaso: “El individuo de piel obscura es festivo y tú le proporcionas instrumentos de percusión”. (El negro es alegre y tú le das maracas).