Por Pegaso
Lo dijo un mocoso de 3 años: “Tú no eres el Presidente. ¡Vete!” Y se lo dijo en su mera jeta, en vivo, en transmisión nacional y a todo color.
Fue durante la firma de un decreto, en una conferencia de prensa para dar a conocer la reducción de la plantilla de su Administración.
Estaba El Trompas, pedorreando la silla del escritorio Resolute, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, cuando llegó su asesor plenipotenciario, Elon Musk con su hijo, un pillastre de 4 años al que los gringos ya pusieron el sobrenombre de “X”, por el título que ahora lleva la red social que antes fue Twitter.
Mientras El Trompas firmaba el documento, el chiquillo andaba jugueteando entre los pies de su progenitor, cuando se acercó al mandatario y le dijo casi al oído: “¡Cállate el hocico! Tú no eres el Presidente. ¡Vete!”
O al menos eso es lo que se escucha en la grabación, a decir de reporteros, comentaristas y haters del controvertido y nazi Presidente de Gringolandia.
Pero hablemos claro. En realidad, El Trompas no es el Presidente, aunque haya sido elegido.
Es un delincuente, y no lo digo yo, Pegaso, sino una corte de su país. Es el primer Presidente de los Estados Unidos con cargos criminales. Un delincuente que gobierna desde la Casa Blanca y que representa un peligro para el resto del mundo.
Ahora bien. El verdadero Presidente es Elon Musk, el que aportó la mayor cantidad de dinero para la campaña de El Trompas. La mano que mece la cuna.
Pero a su vez, Musk representa al grupo de multimillonarios que tienen en sus manos el destino del mundo.
El Trompas es solo un payaso de rodeo. Ni siquiera aparece en la lista de los 100 más adinerados de Forbes en el 2025. Es un charalito en un estanque de tiburones.
Con apenas 5,600 millones de mugrosos dólares, no les llega ni a los talones a los verdaderos dueños de vidas y haciendas del planeta Tierra, que están podridos en lana. Como el propio Elon Musk, que tiene nomás 421,200 millones de dólares, Jeff Bezos, con 233,500 millones, Larry Ellison, con 209,700 pinchurrientos millones, Mark Zuckerberg, con 202,500 millones y otros magnates más.
Al Trompas lo pusieron ahí para empujar la Agenda del Nuevo Orden Mundial, donde serán las grandes empresas y no los países los que dictarán el camino a seguir en el contaminado y caótico mundo en el que estamos inmersos más de 8 mil millones de seres humanos.
Recordemos que ya nos lo han dicho mediante ese fabuloso medio de adoctrinamiento que es el cine de Hollywood: La Corporación Humbrella, en la película Resident Evil, Ciberdyne System Corporation, en El Exterminador, LexCorp en Supermán, Buy n’ Large, de la película de dibujos animados Wally, Oscorp Technologies de El Hombre Araña e InGen, de Parque Jurásico.
¡Las corporaciones de la vida real ya gobiernan el mundo!: Barclays plc., Capital Group Companies Inc, Corporatio FMR, AXA, Corporation State Street, JP Morgan Chase and Co, Legal and General Group plc., UBS AG, Merryl Linch and Co Inc., Natixis y otras poderosas firmas que son propietarias, de todo el dinero que se mueve, desde inversiones multimillonarias hasta el chicle que compramos en la calle.
Así que, no hay que pecar de ingenuos. El verdadero Presidente de Gringolandia es Elon Musk, en representación del Club de Magnates. El Trompas es prescindible como cualquier otro payaso de circo.
Venga el refrán estilo Pegaso: “A excelente discernidor, escasas locuciones”. (A buen entendedor, pocas palabras).