Pegaso
Llega Pepillo, el monaguillo hasta el púlpito, donde estaba el padre Cerra preparando su homilía:
-Padre-le dice-, yo quisiera que me haga un favor.
-Dime, hijo, te escucho-le responde el clérigo con paciencia franciscana.
-Yo quisiera, eh…, ver si usted me puede cambiar de nombre.
-Bueno, ese sería un proceso largo, pero pienso que sí se puede hacer. Y dime, hijo, ¿cómo quieres llamarte ahora?
-Ehhh…, bueno…., yo quiero llamarme Zanahoria Conejo 23.
Sorprendido, el piadoso hombre de Dios le contesta: “Pero, ¿qué nombre es ese? ¿De dónde lo has sacado?
Le responde el tal Pepillo, haciendo pucherito: Es que… la otra vez vi en un libro que había un señor llamado Papa León 13 y ¡pues yo quiero llamarme Zanahoria Conejo 23!
La polémica en este momento a nivel mundial es, ¿cómo se va a llamar el próximo Papa?
Ya le hablé a Mohny Vidente, analicé detalladamente cada capítulo de Los Simpson, revisé las profecías de Nostradamus y Baba Vanga, fui con magos, nigromantes, arúspices, astrónomos y chamanes, pero ninguno de ellos me pudo dar el nombre del siguiente Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
Estoy leyendo un artículo que trata de anticipar, precisamente, el nombre que llevará el siguiente mandamás de la Basílica de San Pedro.
El autor del artículo, Mauro Sotomayor, titula el escrito: “¿Cómo se llamará el próximo Papa? IA responde”.
Pero leí el citado artículo y me quedé en las mismas.
Lo que la Inteligencia Artificial hizo fue elaborar una lista de los nombres más comunes que han tenido los jefes de la Iglesia Católica, o sea, los obispos de Roma, desde los inicios de esa institución.
De esa manera, el nombre de Juan ha sido adoptado por 22 papas, el de Gregorio por 16, el de Benedicto por 16, el de Clemente por 16, el de León por 13 y el de Pío por 12.
El resto han llevado diferentes nombres, que representan algún homenaje o aspiración del nuevo Papa durante su pontificado.
Si me lo preguntan a mí, les contestaré que a pesar de mis contactos en el Colegio Cardenalicio, en el Opus Dei y en la curia romana, no he podido conocer cuál será el nombre que llevará el sucesor de Francisco I.
Lo más seguro es que no se pondrá, por ejemplo, Barrabás I, o Jesús I, o Batman I, por razones obvias.
Lo que sí puedo hacer es dar algunas sugerencias para aquel que sea ungido Sumo Sacerdote de las 24 denominaciones que integran la Iglesia Católica a lo largo y ancho del planeta: Si el elegido es de nacionalidad norteamericana, podría llamarse Donald I, para que logre una conexión inmediata con su tocayo. Si el nuevo Papa es mexicano, no estaría mal que adoptara el nombre de Guadalupe I, para hacer homenaje a la Virgen del Tepeyac. Si es francés, Mbapé I, porque seguramente será un gran aficionado al deporte de las patadas.
Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso, que a la letra dice: “A la deidad implorando y con el mallete golpeando”. (A Dios rogando y con el mazo dando).