Por Leopoldo Mendívil López*
Hay quienes están diciendo que fue Washington quien operó este Cónclave para que por primera vez en la historia el Papa resultara un estadounidense. Hasta el propio Trump está tratando de insinuar eso, acorde con su usual y jactancioso estilo de acreditarse todo o de hacer parecer que él es el “master”.
Todos habrán visto ya el ridículo meme que publicó en sus redes sociales, apareciendo él mismo como “Papa”.
Argumentan que por décadas hubo la consigna no escrita de que nunca debía llegar al trono de Roma un ciudadano estadounidense por motivos que tienen que ver con la aversión histórica que los Prelados italianos tienen a entregar dicho trono a poderes políticos que después puedan apoderarse de la institución misma, como ocurrió ya tantas veces en la historia, con reyes de Francia y Alemania.
Sostienen que tuvo que haber una influencia de Washington que movió los hilos dentro del Cónclave y prevaleció entre los 133 Cardenales que estuvieron encerrados tan sólo 27 horas para tomar una decisión tan crucial para el mundo. Cabe decir que este fue uno de los Cónclaves más “express” de toda la historia humana, siendo los otros 1378, 1939 y 2005.
Pero la realidad parece ser todo contrario: no fue Trump quien influyó para que el Papa sea ahora León XIV; sino que fue Europa -y quizás con alguna influencia del Partido Demócrata de los Estados Unidos- lo que impulsó la victoria de Robert Prevost Martínez, para convertirlo, de alguna manera, en un ariete contra Trump y su movimiento MAGA.
“UN CABALLO DE TROYA”
Poco a poco comienzan a integrarse las piezas de este rompecabezas.
Nadie puede negar que la elección de Prevost fue una absoluta sorpresa.
Ni las casas de apuestas, ni la Prensa Internacional, ni los Vaticanistas más aguzados auguraron este resultado.
Pero los Cardenales sí sabían lo que hacían. El nivel de información que tienen los sentados en la Capilla Sixtina es, con mucho, superior a lo que podemos imaginar.
Prevost estaba en las listas pero en un remoto quinceavo lugar cuando mucho.
El único que realmente presagió este resultado -y es de suma importancia que haya sido precisamente él-, fue nada menos que el máximo asesor, consejero y estratega político de Donald Trump y “arquitecto intelectual” del movimiento MAGA -“Make America Great Again”-: STEVE BANNON.
Es escalofriante lo que Steve Bannon reveló y nadie escuchó apenas hace unos días.
No olvidemos quién es este irlandés católico radical y “excéntrico” qué siempre aparece ante la Prensa con la barba a medio rasurar y el cabello despeinado al estilo del antiguo rebelde político “John C. Calhoun”: es director del medio de “ultra derecha” Breitbart News uno de los frentes mediáticos más importantes del Movimiento MAGA-. Y es inspirador para Donald Trump para ideas como la abanderarse políticamente con proyectos como el famoso “muro” en la frontera con México.
Steve Bannon es el cerebro detrás de lo que él mismo llama “propaganda de shock”.
Este hombre, estratega de Trump, dijo hace apenas unos días en la entrevista en televisión con el conductor Piers Morgan, ante la pregunta de este último sobre quién sería el mejor Papa para los Estados Unidos y para el Movimiento MAGA: “Robert Sarah”.
Se refería al Cardenal africano de Guinea, Robert Sarah, conocido por ser ultra conservador, completamente adverso a las aperturas de Francisco en cuanto a ideología de género, aborto, cambio climático, visión social de la economía, etc.
Robert Sarah es parte del conocido “triunvirato” compuesto por los tres mayores enemigos que tuvo el Papa Francisco: el propio Robert Sarah, Gerhard Ludwig Müller de Münich y principalmente, Raymond Leo Burke de Missouri, quienes llegaron a insinuar varias veces que el Papa argentino era poco menos que un hereje – Gerhard Müller dijo apenas el pasado 27 de abril: “Los cismas en la Iglesia siempre han ocurrido cuando no hay claridad en la doctrina”, y “el Papa que resulte de este Cónclave, no deberá ser el sucesor del anterior [o sea, de Francisco], sino el sucesor de Pedro”.
En el “Club Dubia” o “Club Duda”, han figurado los Prelados que más se opusieron a las políticas e ideas de Francisco, y entre ellos desfilaron los eminentes mexicanos Norberto Rivera y Don Juan Sandoval Íñiguez – La “Dubia” de 2023 la firmaron cinco eminentes: Walter Brandmüller, Burke, Sandoval Íñiguez, Sarah y Zen Ze-kiun.
El propio Trump tenía un favorito, que no era para nada Prevost, sino Raymond Leo Burke.
Raymond Leo Burke es un Obispo con cara de búho, aliado del Partido Republicano. En 2016 decía desde el púlpito que votar por Hillary Clinton o por el Partido Demócrata significaba cometer pecado mortal -ello, argumentaba Burke- debido a que los demócratas promovían el aborto, es decir: un asesinato.
El segundo favorito de Trump era Timothy Dolan, de Nueva York.
Trump de ninguna manera deseaba que alguien como Robert Francis Prevost Martínez, un nacido en Chicago que vivió 20 años en Perú, dedicado a las causas de los pobres en Chiclayo, nacionalizado peruano, de padre italofrancés y de madre sudamericana española, se convirtiera en Papa, aunque fuera un “estadounidense”.
No era la clase de estadounidense que él quería en el Vaticano.
Robert Prevost Martínez se volvió tan latino que el Papa Francisco -su amigo- lo nombró, entre otras cosas, presidente de la Comisión Pontificia para los Asuntos de América Latina, donde Prevost, en nombre de Francisco, trató con los Presidentes de todos esos países.
Sobre la amistad profunda entre Francisco y Prevost Martínez, el propio hermano del ahora Papa León XIV lo dejó claro ayer: se conocieron mucho antes de que Francisco fuera Papa, cuando Bergoglio estaba en Argentina y Prevost en Perú. “Se hicieron amigos porque pensaban igual”.
La propia elección de su nombre, “León XIV”, lo revela todo. Los Papas se ponen usualmente nombres de antecesores a los que admiran, o a los que quieren imitar.
En 1900 hubo un Papa llamado “León XIII”, que presuntamente es inspirador de Robert Prevost Martínez, y se destacó por muchas cosas:
1. Asumió el trono romano sólo ocho años después (1878) de que Italia -“por obra de los masones”- se convirtió en una nación unificada y le quitó al Papado la totalidad de sus Estados Pontificios -que eran gran parte del norte de Italia. El Papa quedó recluido a un pequeñísimo pedazo de territorio, en calidad de “cautivo en el Vaticano”, “Prigioniero nel Vaticano”.
2. León XIII creó la importantísima encíclica Rerum Novarum -“Sobre las Cosas Nuevas”-, que definió como incorrectas las siguientes filosofías: el Socialismo, el Comunismo, el Anarquismo y el Capitalismo.
Sí: EL CAPITALISMO TAMBIÉN. Para el Papa León XIII, el Capitalismo desalmado del final del siglo XIX era absolutamente contrario al Cristianismo. Los empresarios debían tener una vocación social.
Rerum Novarum dio forma a la hoy llamada “Doctrina Social de la Iglesia”, una forma de Socialdemocracia que para bien se ejerció en Europa por décadas, e inspiró el ideario original del Partido Acción Nacional en México.
3. León XIII definió lo que él consideró una nueva herejía: el “Americanismo”.
Sí, EL AMERICANISMO. ¿A qué se refería con “Americanismo”? ¿Por qué lo consideró herejía? La respuesta es la famosa Doctrina Monroe, el “excepcionalismo americano”; la sensación de los ciudadanos estadounidenses de ser los “elegidos”, de ser superiores a otros; la creencia Calvinista en un “destino manifiesto” que coloca a su país por encima de todos, sin importarles la equidad.
Es increíble que hoy, 120 años después, un hombre de origen latino: francés-italo-peruano-español, NACIDO EN LOS ESTADOS UNIDOS, sea el primer Papa estadounidense en la historia del mundo, y que, en una paradoja del Cosmos, se haya puesto el nombre “León XIV”.
¿Qué significa que un estadounidense se ponga el nombre de un Papa que se pronunció contra la herejía del “Americanismo”?
¿Y qué significa el haber adoptado el nombre de quien creó la Doctrina Social de la Iglesia, según la cual el tipo de capitalismo a ultranza como el de Donald Trump es anticristiano?
La respuesta la dio Steve Bannon a Piers Morgan, en la televisión. Piers le preguntó: “¿Y cuál sería el peor Papa que podría venir, para el movimiento MAGA y para Donald Trump?”
La respuesta de Steve Bannon fue escalofriante:
Dijo en primer lugar que él sabía que existía un caballo negro, un “Black Horse”; y que si este caballo negro llegaba sería catastrófico. Sería el peor escenario.
¿Adivinas ya a quién se refirió Bannon, sólo a días de la votación final?
Sí. Acertaste.
Robert Francis Prevost Martínez: El Papa León XIV.
POST DATA:
Ayer, la Influencer y “vocera” de MAGA Lane Loomer fue de las primeras en salir del clóset en cuanto a Robert Prevost.
Dijo:
“León XIV es anti-Trump, anti-MAGA, pro-fronteras abiertas y un marxista absoluto como el Papa Francisco”
En pocas palabras: la guerra no ha terminado. Ha comenzado.
Izquierda contra Derecha, Conservadores contra “Progres”.
Esta es la historia de la Iglesia Católica en los últimos 150 años, y en la cual León XIII fue tan significativo.
El Secreto Vaticano no ha terminado…
*Por Leopoldo Mendívil López
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