Por Pegaso
Desde hoy tenemos una nueva tarea: Tratar de diferenciar lo que es real de lo que es creado por un programa de computadora.
¿Sabía que usted y yo somos producto de la imaginación calenturienta de alguien que utilizó Inteligencia Artificial para crear a un columnista y a un lector? ¿No? ¿Puede probar lo contrario?
Bueno. Eso es más o menos lo que nos quieren hacer creer las mentes ociosas.
Hace unos pocos días, en las redes sociales, empezaron a hacerse virales todo tipo de situaciones. Por ejemplo, sale uno de los apóstoles de Jesucristo tomándose un video supuestamente con su teléfono celular, en formato de selfie, como si fuera un influencer que está reportando lo que sucede en ese momento.
Se escucha decir algo así como esto: “Estamos aquí con la raza gozando de una rica cena con el maestro Jesús de Nazaret”.
En una siguiente escena de ese mismo video generado por IA, el apóstol graba a Cristo meditativo, en el jardín de Getsemaní. Más adelante dice que alguien lo ha traicionado y que los romanos vienen por él. Atestigua la aprehensión y hasta la crucifixión con un impresionante dejo de realismo.
En otro video, Moisés relata cómo el Faraón se niega a liberar a los hijos de Israel. Tras varios intentos, finalmente el gobernante egipcio acepta dejar marchar a los judíos, sin embargo, de último momento se arrepiente y van por estos en sus carros de guerra.
Se ve en el video cómo los fugitivos están desesperados y de pronto, el mar Rojo se abre y pueden escapar milagrosamente.
En una escena de José y María, los padres de Jesús de Nazaret, ambos van a lomo de burro, acercándose a Belén y ella confiesa a la cámara con complicidad que quedó embarazada, pero el padre del niño no es su esposo.
Hay todo un mundo que puede ser creado simplemente bajando una aplicación de Inteligencia Artificial y dándole unas leves instrucciones.
Ya con estas herramientas tecnológicas popularizadas, se puede incluso producir material audiovisual como el siguiente: Se ve a una pareja que va en su auto platicando, y de repente el hombre le dice a la mujer: “¿Sabías que somos un promp creado por Jorge?”
Otro más: Un video donde se ve a un reportero preguntando a una mujer: “¿Qué se siente ser un personaje generado por computadora?” Y le responde la entrevistada: “¡Genial! Mira lo que puedo hacer”. Y se lanza a las ruedas de un vehículo que circula a gran velocidad.
Hay uno donde un aventurero se lanza a un volcán para cumplir un reto viral y otro que se sumerge en agua con unos cables de corriente eléctrica.
Por supuesto, todo eso es falso, imaginado por la Inteligencia Artificial, un recurso que cada vez va a estar más en nuestras vidas.
En unos cuantos años, la IA va a ser de uso tan común como lo son en estos momentos los aparatos celulares y las redes sociales.
Pero mientras tanto, resulta curioso el boom de producciones, unas muy ingeniosas y otras burdas, de videos que pretenden testificar un momento de la historia humana.
Hay de seres humanos que han conseguido viajar al pasado y se encuentran cara a cara con los dinosaurios, otros optan por ir a la época en que se construyeron las pirámides de Egipto para saber cómo fueron colocados los millones de pesados bloques de piedra, y se ven los extraterrestres con sus naves.
Hay situaciones de humor, como cuando un panadero está enseñando a un alien cómo amasar la masa (válgame la rebuznancia), y después procede a castigarlo, porque en lugar de las manos utiliza los tentáculos.
La gente lo está utilizando como juego, pero es una verdad absoluta que ya no podemos distinguir qué es real y qué es inventado por un programa de computadora, lo que es de carne y hueso de lo que es de unos y ceros (sistema binario, la base de la computación).
Nota de la Redacción: (Por cierto, ¿puede usted diferenciar si este escrito se ha hecho por IA o fue redactado por la pluma magistral de nuestro destacado colaborador, Pegaso?
Termino la columna de hoy con el refrán estilo Pegaso: “A pésima zancada proporcionarle urgencia”. (Al mal paso darle prisa).