Friday, June 20, 2025

AL VUELO-Gringous

Por Pegaso
Ya va llegando el día en que vamos a ver una intensa migración inversa.
Si es cierto como se asegura que el territorio de Gringolandia podría ser blanco de ataques con misiles balísticos intercontinentales y las principales ciudades de la Costa Este estarán bajo fuego, lo más seguro es que los pelos de elote se vendrán corriendo hacia el sur, hacia nuestro querido Mexicalpan de las Tunas.
Y entonces, el gobierno mexicano deberá imponer sus reglas: “A ver, carbones, el que quiera entrar sin documentos se va pa’ tras”, igualito que hacen ellos con nosotros.
Creo, y sáquenme del error si estoy mal, que la agresiva y mamoncísima política antiinmigrante del presidente Trompas ha sido una mala decisión.
Si en verdad está decidido a entrar a la guerra, lo que le van a hacer falta son brazos, trabajadores, personas que vayan a la batalla o que se queden en los campos a producir.
En una economía de guerra como la que seguramente se instalará en el país del norte, es necesario que no pare la producción, de lo contrario, vendrá un período de depresión y hambruna como nunca se ha visto.
En 1946, luego de terminar la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de ese país instrumentó el “Programa Bracero”. Miles y miles de jornaleros mexicanos se fueron a la pizca, incluyendo al Piporro y la economía se levantó.
La Primera Guerra Mundial duró 4 años y la segunda, 6 y cachito.
Si ocurre una Tercera, su duración podría ser mucho menor, con todas las armas, instrumentos modernos y facilidad de desplazamiento, pero muchas ciudades quedarán convertidas en cenizas.
En el peor de los escenarios, se habrán detonado bombas nucleares y habrá contaminación por radioactividad que desplazará enormes masas de personas.
Así pues, si los gringous quieren venirse a México, antes tendrán que pasar a sus propias oficinas de Relaciones Exteriores a tramitar el pasaporte, hacer largas colas, pagar una lana y después acudir a los consulados mexicanos a ver empleados con cara de fuchi que les pedirán una bola de requisitos y les bajarán otra lana para ver si les darán el documento.
Y el que quiera pasarse el río de mojado, los cumplidos agentes de migración y las policías locales estarán preparados para recibirlos y mandarlos de retache.
Hay una película, gringa por supuesto, llamada “El Día Después de Mañana” (“The Day After Tomorrow”, por su nombre original en inglés. Estrenada en 2004. Director: Roland Emmerich. Protagonistas: Dennis Quaid, Jake Gyllenhaal, Ian Holm y Sela Ward), donde un científico descubre que habrá una nueva glaciación en el planeta, debido al cambio climático.
Poco a poco el hemisferio norte se va cubriendo de hielo y esto obliga a la población a desplazarse hacia los países del sur.
El Presidente gringo, Raymond Becker, desde la Ciudad de México, da su primer discurso a sus compatriotas “agradeciendo la acogida de los países denominados del Tercer Mundo”, entre ellos, México.
En la cinta, el gobierno de nuestro país los recibe con los brazos abiertos, pero en la realidad lo más probable es que los recibamos con unas patadas en las donas si se vienen para acá huyendo de las bombas, igualito a como están tratando a nuestros paisanos en California y el resto de su territorio.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “¡Hacia la parte posterior el jugador de campo!”. (¡Pa’atrás los filders!).
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