La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos publicó la nueva lista de productos justo cuando muchos iniciaban el fin de semana, y esta apareció en el Registro Federal el martes, generando un nuevo dolor de cabeza para los profesionales del comercio exterior.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacudió al sector logístico al ampliar los aranceles sobre el acero y el aluminio, extendiéndolos a más de 400 artículos de consumo que contienen estos metales, desde motocicletas hasta vajillas. La medida, que entró en vigor el lunes sin contemplar excepciones para productos en tránsito, dejó a agentes de aduanas e importadores con un margen mínimo para reaccionar.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) publicó la nueva lista de productos justo cuando muchos iniciaban el fin de semana, y esta apareció en el Registro Federal el martes, generando un nuevo dolor de cabeza para los profesionales del comercio exterior. Las directrices han resultado confusas, sobre todo respecto a mercancías ya en camino hacia Estados Unidos, y persiste la duda de si los gravámenes a los metales se sumarán a los aranceles ya aplicados a cada país.
Adrián González, agente aduanal y presidente de Global Alliance Solutions, coincidió en que el escenario es crítico y subrayó que la complejidad para importar a EU se ha multiplicado en el segundo mandato de Trump.
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“La importación hoy es tres o cuatro veces más complicada que hace seis meses. No es solo que haya más aranceles, sino que un mismo producto puede estar sujeto a múltiples medidas al mismo tiempo: la sección 232, la 301 para China, o los criterios del T-MEC. Eso obliga a mapear con una precisión quirúrgica qué aplica y qué no, pero muchas empresas no tienen la información desglosada que la aduana exige, como valores metálicos exactos o estructuras de costos detalladas”, explicó.
A pesar de las dificultades normativas en aduanas, Gerardo Tajonar, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), sostuvo que las operaciones fluyen con relativa normalidad.
“No han habido problemas graves, pero hay actualizaciones y ajustes, pero los equipos de CBP ya están adaptados. Para los exportadores importantes no hemos sentido un menoscabo”, dijo.
Mónica Elizondo Cueva, directora de la firma logística TransMex Inc., reconoció incertidumbre en los cruces fronterizos.
“Incluso el personal del CBP está en proceso de adaptación y eso ha generado retrasos. En nuestro caso, hemos podido reducir el impacto gracias a la coordinación previa con agentes aduanales, el uso de nuestra flota propia y una comunicación muy cercana con los clientes. Yo lo describiría más como una etapa de ajuste que como un caos”, sostuvo.
Para Elizondo, lo ocurrido confirma que la logística es el primer termómetro de la economía.