Por Pegaso
Al influencer Luisito Comunica le negaron la visa para entrar a La India, donde pensaba cubrir el “festival de la caca de vaca”.
Tanto le caló al creador de contenido mexicano, que hasta lloró en un video que subió a You Tube para quejarse de que las autoridades de aquel país se portaron re gachos con él.
Contextualizando, el citado festival, donde miles de personas participan aventándose estiércol de vaca es una de las celebraciones rituales o religiosas más arraigadas entre los hindús.
Y sí. Literalmente se bañan de caca, aventándose pedazos de bazofia unos a otros, ya que consideran a la vaca como un animal sagrado y a sus excrementos como un elemento de fertilidad y purificación.
Pues bien, eso era lo que quería “documentar” el influencer de los caireles.
Pero como el gobierno de La India también está pendiente de las redes sociales y tal vez les llegó el chisme de que Luisito Comunica es un redomado pícaro burlón, simplemente le dijeron: “No entras, porque no entras”. Y le negaron la visa de turista.
“Neta, estoy muy triste-dijo. Sé que la situación es muy cómica. Estoy literal llorando por que no podré bañarme con caca de vaca”.
Eso es lo que dijo en el citado video.
Ridiculizar las creencias ajenas es lo peor que puede hacer uno como creador de contenido. Y ciertamente, ir a La India a ver cómo unos tipos prietos y esmirriados se lanzan caca de vaca a la cara resulta hilarante, pero no para ellos, para quienes casi casi es como cuando los cristianos van a la iglesia católica a tomar la ostia.
Entonces, Luisillo, no te lamentes. Si quieres bañarte de caca de vaca, vete a cualquier establo y ahí la tendrás por toneladas.
Ahora, con la Inteligencia Artificial, ya no tienes ni siquiera que tomarte la molestia de ir hasta las antípodas y gastarte decenas de miles de dólares en transporte, habitación y comida. Solo basta agarrar tu propia caca de vaca y untártela en la cabeza. Luego le das instrucciones al programa para que te ubique en el festival hindú y ya tienes tu documental, sin necesidad de ir a restregarles sus bárbaras costumbres.
Tampoco llores como margarita, porque no generas simpatía, ni lástima, sino coraje.
¿A quién, dime tú, le importa que no hayas ido a la india al festival de la caca de vaca? A nadie, hombre. Tus millones de seguidores ven tu contenido porque no tienen otra cosa más productiva qué hacer y se la pasan pegados a la pantalla de su celular.
Ciertamente yo he visto algunos de tus “documentales” pero solo veo en ellos sorna, burla y un tono displicente que te caracteriza, cuando presentas a tu público a personas de otros países con costumbres raras o bizarras.
“Miren este crac…”-es una de tus expresiones favoritas cuando algún autóctono realiza o ejecuta alguna tarea estrambótica.
Por cierto, en lugar de irse a La India a recibir un baño de caca de vaca, Luisito Comunica debía estar en Veracruz llevando ayuda humanitaria a los miles de damnificados. Que la billetiza que gana por crear contenido chatarra sirva de algo.
Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “Exclusivamente secreciones lacrimales de reptil crocodiliano”. (Puras lágrimas de cocodrilo).