Reglas del juego más claras y mejorar la inversión pública y privada. Así es como una reforma fiscal podría ser el camino que necesita la economía mexicana según expertos.
Esto significa que el PIB por habitante ha sido de cerca del 1 por ciento, y esto abre la interrogante sobre qué tiene que hacer el país para ‘salir del bache’ y buscar un crecimiento económico más robusto.
Las economías más dinámicas del mundo invierten más de una cuarta parte de su PIB. Por ejemplo, China invierte cerca del 41 por ciento, Corea del Sur el 32 por ciento e India el 33 por ciento.
De acuerdo con Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, “estas naciones han entendido que la inversión sostenida es el motor del desarrollo.”
Sin embargo, en México no ocurre algo similar, ya que la inversión del PIB es de apenas el 22 por ciento, “muy por debajo del umbral necesario para generar crecimiento robusto“.
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Esta baja inversión del PIB, que era del 7 por ciento en los noventa y ahora apenas alcanza el 2 por ciento, resulta un problema que no es compensado por la inversión privada.
¿Una reforma fiscal ayudaría a incrementar la inversión y el crecimiento económico en México?
Sí. De acuerdo con Enrique Quintana, una reforma fiscal ayudaría a que México tenga ingresos más estables y progresivos para financiar inversiones de largo aliento.
Esta reforma no solo sería para incrementar tasas, sino para “ampliar bases, cerrar huecos, ordenar exenciones, fortalecer la administración tributaria y alinear incentivos para estados y municipios”.
Esto ayudaría a incrementar la inversión pública por encima del 25 por ciento, lo que sumaría al potencial de crecimiento por encima del 2 por ciento de los últimos años.
Además de mejorar en la inversión, una reforma fiscal ayudaría a reasignar el gasto, lo que daría más recursos multianuales para proyectos con evaluación costo-beneficio transparente, además de reducir el gasto corriente inercial.
“Sin un piso fiscal más amplio y predecible, cualquier plan de infraestructura será intermitente y vulnerable al ciclo político“, explicó Enrique Quintana en su columna.

