Las compañías petroleras de EU pausarán sus nuevas inversiones hasta que termine la revisión del T-MEC.
El representante empresarial explicó que, aunque algunas firmas siguen reinvirtiendo en proyectos ya existentes, la mayoría de las compañías de Estados Unidos interesadas en el sector energético mexicano ha optado por frenar los planes de entrada o expansión hasta tener plena certidumbre sobre las nuevas reglas del juego entre México, Estados Unidos y Canadá.
“Hoy sí hay unas cuantas (empresas) invirtiendo, pero la realidad es que el gran número de ellas están esperando la renegociación del T-MEC para entonces sí poder entrar a México”, señaló Rubin en entrevista durante la inauguración del Congreso Internacional de Energía de Tamaulipas 2025.
Apenas la semana pasada, Larry Rubin se reunió en Houston con directivos de firmas energéticas que ven con buenos ojos el potencial del país, pero también muestran cautela por la falta de certezas de largo plazo.
Empresas proyectan a largo plazo
Larry aseguró que las empresas planean sus proyectos a muchos años y, por lo tanto, no tomarán decisiones de inversión de gran calado hasta que el tratado sea revisado y aprobado nuevamente por los tres gobiernos.
Rubin anticipó que, si la negociación del T-MEC resulta exitosa, México podría ver un “salto” de inversión en la segunda mitad del próximo año y un mayor dinamismo económico a partir de entonces
La American Society de México estimó que el crecimiento del país podría alcanzar hasta 1 por ciento este año, pero podría duplicarse a tasas de 2.3 o 2.4 por ciento durante el próximo año, en la medida en que se despeje la incertidumbre en torno al acuerdo comercial y se activen proyectos energéticos hoy en pausa.
El representante estadounidense subrayó que el sector energético requiere montos de capital que el propio gobierno mexicano no puede aportar por sí solo.
‘Proyectos energéticos requieren grandes inversiones’
“Los proyectos energéticos requieren inversiones cuantiosas, multimillonarias, de miles de millones de dólares, y ahí es donde se necesita al inversionista extranjero”, dijo. Sin embargo, insistió en que esos recursos solo fluirán si se garantiza certeza jurídica total, reglas claras y condiciones competitivas frente a otros destinos de inversión en el mundo.
Rubin reconoció que, desde la perspectiva de las empresas, el entorno mexicano ha cambiado respecto al momento en que se negoció el actual T-MEC.
En particular, mencionó la desaparición de órganos autónomos y la entrada en vigor de la reforma judicial, factores que han generado inquietud entre inversionistas sobre el estado de derecho y los mecanismos de solución de controversias.

