Wednesday, December 24, 2025

AL VUELO-Podridos

Por Pegaso
Dicen que dice La Biblia que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico pueda llegar al cielo.
No sé si eso sea verdad, pero hay tipos que están podridos en billetes y creo que la están pasando de maravilla en este mundo terrenal, sin preocuparse demasiado de las cosas espirituales.
A la fecha, según Forbes, el hombre más rico del mundo es Elon Musk (Eloy Musgo, traducido al español), quien apenas alcanzó los 749 mil millones de dolarucos, gracias a sus empresas Tesla y Spaceship.
La verdad es que no me alcanzo a explicar cómo ocurre algo como eso. Si fuera verdad, el mercado estaría invadido de vehículos Tesla y todo mundo tendría una nave espacial en su garage.
El segundo milloneta es Larry Page, de Estados Unidos, con apenas 253 mil milloncejos, gracias a sus acciones en Google. Eso sí. Casi todo mundo en el planeta Tierra usa esa aplicación para acceder al contenido de la Internet.
El tercero en la lista es Larry Ellison, de Oracle, con 243 mil millones de dólares, luego John Bezos (Juan Quicos, en español), con 239 mil millones.
El quinto hombre más rico del mundo es Sergey Brin, también accionista de Google, con 233 mil millones de cueros de rana.
En el sexto lugar y bajando, tenemos al creador de Facebook, nada más ni nada menos que Mark Zuckerberg, con 226 mil millones.
Le sigue Bernard Arnault and Family, de Francia, con 190 mil millones de dólares. Es propietario del consorcio de productos de lujo LVMH.
En octavo lugar, Jensen Huang, de Nvidia, una empresa multinacional creadora de software. El angelito apenas tiene 157 mil millones de dolarucos.
El noveno, Steve Ballmer, accionista de Microsoft, con 148 mil millones.
En décimo lugar en esta lista, Warren Buffet, con 147 mil millones, propietario de las más grandes cadenas comerciales del mundo.
Salvo el francés, todos ellos son norteamericanos. No hay ningún jeque árabe o potentado chino.
La verdad es que da asco tener tanto dinero. Yo les tengo conmiseración a los pobres millonarios, que tienen que levantarse todos los días y pensar en qué van a gastar su lana.
Esas fortunas superan con mucho el presupuesto anual de la mayoría de los países del mundo. Tan solo por respirar, Elon Musk recibe varios millones de dólares cada minuto, y su caudal se amplía de manera exponencial.
Y mientras tanto, el lado opuesto de la moneda. Millones de personas se levantan sin saber si comerán algo ese día.
Es algo cruel, pero es la ley del mercado. El que puede, acumula riquezas, y el que no, se ve sumido en la miseria.
Esa fue la idea que inspiró a Marx y Engels al delinear un esquema socialista, para que la riqueza se repartiera de manera más justa y equitativa entre la población.
Sin embargo, la mayoría de los sistemas basados en el socialismo han fracasado a causa de las debilidades humanas y la corrupción de los gobiernos.
Baste saber que con todo el billete que tienen esos desgraciados millonetas bastaría para hacer de este mundo un mejor lugar para los casi 8 mil millones de personas que habitamos en el planeta.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Existen ocasiones en que se desliza sobre el agua el palmípedo y ocasiones en que ni líquido ingiere”. (Hay veces que nada el pato y hay veces que ni agua bebe).
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