No voy a hablar de la feria que están organizando algunos particulares muy particulares en Reynosa, sino del dicho que dice: “Cada quien habla según le va en la feria”.
Y es un hecho palpable y comprobado, porque hasta hoy, a pesar de que la llave del presupuesto estatal se ha cerrado para pagar los servicios de difusión, sigue habiendo compañeritos que defienden a capa y espada lo indefendible.
Lo más reciente que leí fueron algunas opiniones donde se analizan los “ajustes” que en la última sesión ordinaria del Congreso de Tamaulipas hicieron los diputados panistas de Cabeza de Vaca a algunas de las leyes locales para garantizarle el control de dos de los tres poderes: El Judicial y el Legislativo.
De esta forma, el próximo Gobernador, titular del tercer poder, el Ejecutivo, llegará acotado y, ¿a que no saben quién tendrá más poder que él? ¡Adivinaron! ¡Cabeza de Vaca!
Eso, a todas luces, resulta una total aberración a la que no se atrevieron ni siquiera Tomás Yarrington o Cumbiazos Lerma, porque el Espíritu del Constituyente es que un gobernante saliente no detente ningún tipo de poder, una vez que deje el cargo.
Si no, todavía fuera tiempo que el sátrapa Carlos Salinas estuviera al mando del País. ¿Cierto, o no?
Como también es cierto que, en la práctica, cada uno de esos poderes debe ser independiente, y por lo menos en el sexenio que afortunadamente está a punto de terminar, tanto el Legislativo como el Judicial fueron apéndices del Ejecutivo.
Consúltenlo con un verdadero abogado constitucionalista, como el egregio letrado Nicolás Martínez Cerda. O adéntrense en una disciplina académica que se llama Hermenéutica.
Para los que no lo sepan, el término Hermenéutica se refiere no a lo que está escrito en las leyes, sino a su interpretación. Es decir, lo que el Constituyente quiso decir. Y para ello, los jurisperitos se enfrascan en profundos estudios que abarcan desde cartas escritas de puño y letra de los padres de la Constitución, hasta trabajos doctorales y libros de su autoría.
¿Ya ven que no es fácil opinar?
El sentido del Constituyente, en el caso de Tamaulipas, no era darle poder al Gobernador del Estado más allá de su período ordinario de 6 años, sino que terminara al dejar el cargo y, además, que dejara de tener fuero.
Pero en la práctica, los diputados locales del PAN, aleccionados por Cabeza de Vaca y sus asesores, pretenden que éste siga teniendo el control del Poder Judicial, gracias a la modificación de leyes que permiten, entre otras cosas, que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad, la Unidad de Inteligencia Financiera del Estado, la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, el Centro de Análisis, Información y Estudios de Tamaulipas, el C4 y el C5, pasen a formar parte de la estructura de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
Con esto, el Fiscal Irving Barrios Mojica, gato de Cabeza de Vaca, se convierte en un súper fiscal, más poderoso que el propio gobernador entrante.
Y mientras no se corrija el tema del Congreso del Estado, donde con marrullerías y mucho dinero el PAN logró agenciarse la Junta de Coordinación Política, al lograr la mayoría simple, también el Poder Legislativo estará en manos del dictadorzuelo azul.
Vi por ahí otra colaboración. Esta dice que no se podrán derogar las leyes aprobadas por la mayoría panista en el Congreso de Tamaulipas porque la Cámara de Senadores no tiene competencia, por tratarse de dos poderes distintos.
Bueno, no. Es uno mismo, el Poder Legislativo, solo que en dos esferas diferentes. El Congreso de la Unión es garante de que se cumpla la Constitución en todo el territorio nacional. Si en un punto de la geografía mexicana no se cumple, como en el caso de Tamaulipas, sí puede intervenir.
Y hasta donde yo sé y mi escaso entendimiento de los términos jurídicos y legales lo alcanza a comprender, lo que se pretende con la modificación de las leyes es blindar al gobernador saliente para garantizarle impunidad.
Y eso, mis queridos amigos, es anticonstitucional. (Véase renglones arriba el alegato sobre el Espíritu del Constituyente y la Hermenéutica).
Por nada. Luego me agradecen esta clase magistral.
Mientras tanto, chútense el refrán estilo Pegaso: “Es preciso otorgar dimensión temporal a la dimensión temporal”. (Hay que darle tiempo al tiempo).