El diputado Hamlet García Almaguer, integrante del grupo de trabajo para la reforma electoral en San Lázaro, destacó que una vez aprobado el presupuesto de egresos 2023, los legisladores entrarán de lleno a discutir modificaciones al sistema comicial.
Resaltó que las encuestas del Instituto Nacional Electoral (INE), a cargo de Parametría y Enkoll, muestran un amplio apoyo de la ciudadanía a las propuestas planteadas por el Ejecutivo en esta materia.
Destacó por ejemplo que la elección de los consejeros electorales por medio del voto ciudadano tiene una aprobación de entre 78 y 81 por ciento, mientras la reducción de diputados y senadores se ubican entre 79 y 87 por ciento.
Estos porcentajes dan a Morena mucha fuerza para discutir la reforma constitucional con los partidos de oposición, pero si no la quieren, van a tener una sanción en las urnas, como sucedió cuando se negaron a aprobar cambios en la industria eléctrica, aseguró García Almaguer.
Sumado a ello, el legislador expuso que el partido guinda estaría en posibilidades de quedarse con tres de los cuatro espacios que se liberan en el Consejo General del INE en abril próximo, aunque para ello tendría que construir una alianza con el PRI.
El morenista señaló que otra consecuencia de la negativa de la oposición sería la aprobación de una reforma electoral que sólo toque leyes secundarias. Asesores de esta fuerza política analizan hasta dónde se podría avanzar con este esquema. Por ejemplo, se revisa si es posible hacer cambios en la estructura del órgano electoral a nivel de sus direcciones, en materia de fiscalización y las sanciones que se pueden imponer antes de llegar a la cancelación de las candidaturas.
Con la ley secundaria se puede tener voto electrónico y acciones afirmativas, añadió.
García Almaguer consideró que sí hay tiempo de consensuar y votar en el actual periodo de sesiones de la Cámara de Diputados una eventual reforma electoral.
Descartó que la manifestación convocada para este domingo por la oposición pueda pesar en las negociaciones. Las encuestas son muy claras. La propuesta presidencial tiene un apoyo promedio de 80 por ciento de los ciudadanos y los que van a marchar son los que pertenecen al 20 por ciento que no está de acuerdo, dijo.
Si fuera una marcha que llenara el Zócalo, si afectaría, pero no van a ir a esa plaza. Están escogiendo explanadas secundarias no sólo en la Ciudad de México, sino también en otras urbes, hizo notar el diputado.