¡Ay, Azucena! ¿Qué haz hecho?
Haz causado un enorme revuelo, un despiporre y un desmadre nacional por haber renunciado a tu espacio televisivo de Multimiedos para irte a un noticiero charchino de Radio Pór mula.
He escuchado a los más contumaces enemigos de la Cuarta Transtornación vociferando, afirmando, señalando que tu salida de esa empresa obedeció a presiones del Pejidente o de funcionarios de su gobierno para que te echaran a patadas, y eso es interpretado como la señal inequívoca y clara de que ya tenemos una dictadura en forma.
Las palabras que usaste en tu escueto comunicado, donde explicas tu salida de Multimiedos, deja mucho a la imaginación.
“Dadas las circunstancias actuales” es una frase muy ambigua y puede interpretarse de muchas maneras.
Quienes atacan al Pejidente y su gobierno, creen que te refieres a un acuerdo entre el poder y el concesionario de la señal televisiva, es decir, don Pancho González para quitarse de encima a una chinche molesta, que había hecho señalamientos puntuales y aportado supuestas pruebas de corrupción en este inmaculado y sacrosanto régimen.
Los que están a favor del cabecita de algodón, por otra parte, aseguran que desde dos semanas atrás ya habías dado muestra de quererte ir de la televisora por una mejor oferta de trabajo que, finalmente, se supo que es en Radio Pór mula, con Circo Gómez Leiba.
Haiga sido como haiga sido, yo quiero subrayar que durante varios años, desde este prestigioso espacio, he alertado a todo el país y al mundo entero de que estamos en camino hacia una dictadura.
Ya en la antigua Grecia se sabía que de las monarquías nacen las oligarquías, de las oligarquías las democracias y de las democracias, las dictaduras. Eso no es nada nuevo.
Lo nuevo es que en los tiempos actuales, las tiranías no suelen llegar de improviso, sino que los gobiernos que son elegidos democráticamente tienen que instrumentar cambios estructurales y constitucionales para controlar todos los ámbitos de la vida nacional.
Una vez logrado, ahora sí, ya no hay para dónde hacerse.
Me decía ayer un amigo que el “despido” de Azucena de Mltimiedos es una muestra fehaciente de que la dictadura ya la tenemos en México.
Yo creo que aún no. Si en el 2024 el partido gobernante gana la mayoría calificada en el Congreso, habrá los elementos necesarios para la instauración de la tiranía en México, donde no será necesario que haya libertad de expresión, organizaciones civiles, instituciones como el INE, el INEGI, el INAI o la división de poderes, porque todo estará concentrado en un solo individuo.
No digo más. Temo que los altos ejecutivos de este prestigioso medio de comunicación, Pegaso.press, de repente me digan que haga una carta despidiéndome de mis dos o tres lectores.
Lo malo es que Circo Gómez Leiba ya no tiene espacio. Yo que le iba a pedir chamba en caso de que me ocurriera lo mismo que a Azucena.
Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “Si percibes el tejido capilar de tu residente más próximo depilar, coloca el tuyo en solución acuosa”. (Si ves las barbas de tu vecino cortar, por las tuyas a remojar).