Tuesday, May 14, 2024

Al Vuelo-Chucho

Por Pegaso

Al ver un video del Papa Pancho donde reconoce no saber por qué Dios envió a su hijo a ser sacrificado en la cruz, confieso que me dan pena ajena las religiones.

El pontífice, para llegar a donde está, tuvo que estudiar Teología, Filosofía, Antropología, Cristología, Eclesiología, Patrología y Derecho Canónico, ¿y aún así no sabe lo básico sobre los fundamentos de sus creencias?

Algunos que pretenden entender el significado de las figuras simbólicas de La Biblia afirman que Dios envió a Su Hijo Unigénito a sufrir tan atroz calvario para que nosotros tuviéramos vida eterna al arrepentirnos de nuestros pecados.

O sea, que según Juan 3:16, Cristo ya pagó nuestros pecados, así que podemos ser las peores bestias sanguinarias, pero si antes de morir nos arrepentimos, tenemos un lugarcito en el cielo, todo gracias al buenazo de Chucho.

Hay una obra llamada “Jesucristo Superestrella” donde, en la cruz, antes de morir, El Mesías tiene un momento de rebeldía.

Días atrás había sido tentado por El Diablo, quien le ofreció todos los reinos del mundo y todo el poder a cambio de que se uniera a él.

Ya en la cruz, en la obra teatral, Jesús exclama, dirigiéndose a su padre: “Señor, tu voluntad es dura y todavía mis manos temblorosas rechazan ese cáliz de amargura. Pero si ese es tu deseo beberé tu copa de veneno. Clávame a tu cruz y deshazme, clávame, golpéame, mátame, tómame ahora, ¡pero que sea ahora… antes que cambie de opinión!” (Recomiendo escuchar el poema homónimo con el extraordinario poeta Arturo Benavides).

Y el estribillo termina diciendo: “Jesucristo, Jesucristo, ¿de qué ha valido tu sacrificio?”, refiriéndose al estado de cosas que hay en el mundo actual: Guerras, violencia, catástrofes y aberraciones sin fin.

Los sacerdotes no lo saben todo, ni en el tema de la vida, pasión y muerte de Cristo ni en el resto de la mitología que se describe en La Biblia.

Recién le pregunté al padre Alan Camargo qué piensan en la Iglesia de las supuestas pruebas de vida extraterrestre presentadas ante la Cámara de Diputados de nuestro país.

Dijo que así como hay vida en La Tierra, Dios también pudo crearla en otra parte, y lo más probable es que sí, que sí exista inteligencia fuera de nuestro planeta.

Efectivamente. La Ciencia considera que en un Universo tan grande como el nuestro, existe la certeza de que en alguna parte haya vida.

¿Y si una raza alienígena inteligente nos visitó en épocas pasadas, sembró vida en La Tierra y resulta que ese es el Dios que describen La Biblia y otros libros sagrados?

Ahí sí no le entró el padrecito Alan, y de verdad, de verdad les digo, que tal hecho cimbraría el cimiento en el cual se sustentan todas las creencias teístas.

Y como siempre les comento a mis amigos que me quieren escuchar, no es malo creer. Lo malo es tratar de obligar a los demás a creer en lo que nosotros creemos, porque a consecuencia de ese tipo de posturas han ocurrido las más sanguinarias guerras.

Los dejo con el refrán estilo Pegaso: “La deidad estrecha, más no asfixia”. (Dios aprieta, pero no ahorca).

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