Hay comerciales de televisión que nos traen recuerdos de nuestros años mozos (se asoma uno de mis dos o tres lectores y dice: ¡Uuuuuuuhhhhh!)
Eran creativos, aunque muchas veces pecaban de inocentes; nos hacían comprar chocorroles o gansitos, creaban modas, como el trabalenguas de Bubulubu y a veces nos acompañaban en nuestros momentos de soledad.
Por eso aquí les dejo una lista de los 20 mejores comerciales mexicanos de los años 80s, para que los chavorrucos tengan un momento de nostalgia:
-Pan dulce Bimbo, con su eslogan: “Verdad del Osito Bimbo”, parodiando aquella frase infantil que decía: “Verdad de Diosito Lindo”.
-Sistema de videograbación VHS Viditron.
-Scribe es como tú. Una marca de cuadernos muy popular entre la chaviza de mediados de la década.
-Bienvenido a un mundo cuadrado. Mordisko, el sándwich helado. Con sabor al cuadrado.
-Control de higiene del pan dulce Bimbo, con el cantante César Costa mostrando el proceso de producción.
-Panditas Ricolino, el sabor de la emoción. Ositos de goma comestibles de sabores fresa, piña, naranja y limón.
-Sabritones con chile y limón. ¡Pícale por tus Sabritones!
-Duvalín. A Duvalín no lo cambio por nada.
-Flippy, pastelillo relleno de mermelada, malvavisco y cubierto de chocolate.
-Chocolates Tin Larín. El chocolate que me late.
-Autos Nissan. Todo mundo quiere un Nissan.
-Camiones Ford. ¡A la carga!
-Gigante, tienda departamental. Por su propio beneficio compre en Gigante, la cadena del ahorro.
-Catsupapas Barcel. ¡Pruébelas nomás!
-Crack ups de Hot Wheels. Con la calidad y garantía Mattel.
-Sabritas. Te quiere ver sonreír.
-Pingüinos Marinela. Pastelitos cubiertos de chocolate y relleno cremoso.
-Cheetos. Pregúntale a un experto.
-Paletas Tutsi. Comercial de los ochenta con Cepillín, el Payasito de la Tele.
-Gansito Marinela. ¡Recuérdame!
¡Ahhhh! Aquellos días.
Por cierto, este último comercial, el del Gansito Marinela me recordó un viejo chiste que dice así: “Un personaje de Plaza Sésamo violó al patito de hule de Enrique, así que se organiza una investigación y la Rana René es el fiscal. René pasa a los sospechosos, uno por uno. Primero, al monstruo Comegalletas, a quien le dice: “¿Tú violaste al patito?” Y el Comegalletas responde que no.
Enseguida, pasa Beto, el compañero de Enrique y le hace la misma pregunta: “¡Tú violaste al patito?”, y Beto lo niega rotundamente.
Finalmente, pasa Abelardo y la misma pregunta: “¿Tú violaste al patito?” Abelardo lo niega, pero en ese momento el patito voltea a verlo con cara compungida y le dice: “¡Recuérdame!” ¡Juar, juar, juaaaarrr!
Viene el refrán estilo Pegaso: “La totalidad de la dimensión temporal anterior tenía mayor valor”. (Todo tiempo pasado fue mejor).