Por Pegaso
Que “Bad Bunny”, ese reguetonero que cada que abre el hocico ofende a las mujeres con mensajes altamente sexuales, se portó como un verdadero caballero en uno de sus últimos conciertos, sí es una noticia de talla mundial: Haces exactamente lo contrario de lo que pregonas.
Pues sí. En dicho concierto, a una curvilínea joven de minivestido blanco se le había salido una tecla durante la euforia del baile y rápidamente el acomedido “conejo malo” se acercó para acomodarle el tirante y hacerle una seña para que se cubriera.
¿Cuándo se ha visto que eso le importe a algún cantante de ese género de música o de cualquier otro? Suena más a que fue algo preparado para contrarrestar un poco su imagen misógina.
Como respuesta a su “heroica acción”, al acudir a “rescatar” a la damisela en apuros, los comentarios positivos no se dejaron esperar: “Héroe sin capa”-cabeceó la plataforma MSN.
“Como mujer agradecería que me avisen si me pasa eso, pero con ese ruido no creo que habría forma de avisarle, así que muy buen gesto de su parte”-comentó una fan en las redes sociales.
“¡La estaba tapando! Es un lindo gesto”-posteó otra.
“A mí me parece que fue un bonito gesto”-fue otro comentario.
Son el mismo tipo de persona que van a sus conciertos a berrear y a contonearse alocadamente al ritmo hipnotizante, monótono y repetitivo de los tambores, la música electrónica y el autotune, con frases como:
Fuck you, ey, a to el mundo le picheamo
porque nadie sabe lo que tenemo
y lo rico que se siente cuando chingamo
después a la normalidad volvemos
sin decirno te amo. (Fragmento de la canción 120).
Y todas hablan de lo mismo. Ponen a la mujer como vil objeto sexual, mientras ellas acuden a los conciertos por decenas o cientos de miles, hipnotizadas, como los ratones de Hamelin.
Don Melquiades, un youtuber español conocido como “El Abuelito Reggetonero” nos enseña cómo componer un buen reggetón para tener el mismo éxito que “Bad Bunny”:
“Me llamo Melquíades-dice en el video que se puede ver en Bing Vídeos. Os voy a enseñar a componer en 30 segundos un tema de reggetón”.
Enseguida, procede a teclear un ritmo pegadizo que se repite hasta la náusea y enseguida, escribir la letra, que puede obtenerse de una tabla que contiene básicamente 24 palabras, que, combinadas entre sí, dan el estribillo de la canción.
“Como las canciones de reggetón hablan siempre de lo mismo-dice-, aquí tenéis este cuadro con palabras que si las juntáis podéis hacer miles de canciones”.
Y la tabla contiene palabras como “mami”, “bebé”, “yo quiero”, “voy a”, “encenderte” “ligar”, “rápido”, “fuerte”, “hasta que salga el sol”, “toda la noche”, “sin anestesia, “sin miedo”, etcétera.
Acto seguido, se enciende el autotune y se empieza a cantar conforme a la letra obtenida, procurando sustituir la letra “r” por la “l” para sonar más latino.
Lo que le salió a Don Melquiades, luego de tomar una palabra de cada categoría, fue un reggetón que dice: “Yo quielo encendelte bebé” y así, repitiendo ad vomitum.
¿Ya ven? No es tan difícil ser como “El Conejo Malo”. Solo que en la tabla habría que incluir palabras altamente sexuales y misóginas, para que las nenas se sientan en su ambiente.
Viene el refrán estilo Pegaso: “Quien por su afición es bovino añoso…” (El que por su gusto es buey…)