Por Pegaso
Les soy sincero. Con esto de la Inteligencia Artificial ya no sé qué creer en las Internet y en las redes sociales.
Lo digo porque recientemente surgió un video donde una cantante que está medio deschavetada llamada Yaritza Martínez ofendió a la Virgen de Guadalupe y luego, en otro video, el mismísimo Papa León XVI la excomulgó.
Todo empezó con un material que la misma ¿cantante? subió a sus redes sociales donde dice lo siguiente: “Me pidieron que le cantara a la Virgen de Guadalupe, pero no acepté. Yo no creo en esas mamadas”.
Pero además, dijo que solo se trata de una figura de yeso que si la tira al suelo, se romperá, y eso ofendió terriblemente la fe de millones de mexicanos.
La tal Yaritza está más loca que una cabra. Ha dicho que será Presidenta de los Estados Unidos cuando sea grande y que sacará a patadas a todos los mexicanos de su país, porque estos no la quieren.
Pero la verdad, la verdad es que nosotros mismos somos los culpables de crear este tipo de engendros. Si nadie la pelara ni consumiera su ¿música? no tendríamos que estar escuchando ni viendo semejantes estupideces.
Dice el dicho: “No hay que mencionar la soga en la casa del ahorcado”, y lo digo porque en México el 99.999999% de la población es guadalupana. Así que, si alguien se atreve a ofenderla, es como si los ofendiera a todos.
Luego, en otro video, el propio Papa León XVI, hablando en español, asegura que “la ofensa de la joven Yaritza a la figura sagrada de la Virgen de Guadalupe es inaceptable y castigable. Por esta razón será excomulgada de la Iglesia. Ahora vagará por el mundo solitaria sin la protección divina”.
Ya me imagino yo la risa que le dio a la hombruna intérprete de canciones como “¿Y qué tal si te escapas del cielo?” y “Dos extraños”, luego de conocer las palabras del Sumo Pontífice de la Iglesia Apoteósica, Caótica y Re mona.
Yo dudo que sea real. No creo que un Papa se rebaje a prestar atención a lo que dijo una muchachita descocada que solo en su casa la conocen.
Ella dijo lo que dijo porque no está bien de su cabeza por tanta droga que se mete. No piensa bien lo que dice.
Y no es porque no tenga razón, sino porque al decirlo se genera una reacción de odio por la ofensa a millones de creyentes.
Estamos en un mundo donde decir la verdad puede ser peligroso.
Pienso que Yaritza no distingue siquiera de lo que es el símbolo religioso de la Virgen de Guadalupe y una vulgar estatuilla de yeso de las que venden fuera de los templos.
Aunque ella se refirió a las figuras, muchos lo tomaron como una ofensa, herejía, afrenta, insulto, denuesto, injuria, escarnio, vituperio, burla e ignominia, porque dichas figurillas representan a la madre de Cristo.
Alguno de mis dos o tres lectores se preguntará: ¿Por qué se dice que la Virgen de Guadalupe es la mamá de Cristo, si originalmente el nombre de ella era Mariam?
Bueno, es que la frase “Virgen de Guadalupe” viene siendo un epíteto, es decir, una descripción de su origen o cualidades.
El epíteto “Virgen de Guadalupe”, de acuerdo con las dos principales teorías, viene del árabe Wad-al-luben, que significa “río oculto”, de una combinación del árabe y latín, Wad-al-lupus, que quiere decir “río de lobos” o del náhuatl Coatlaxopeuh, que significa “serpiente aplastada”.
Algunos especialistas suponen que la figura que conocemos de la Virgen de Guadalupe se originó en alguna comarca vecina al río Guadalupe, España, en la provincia de Cáceres, conocido también como río Guadalupejo, un afluente del Guadiana que recorre aproximadamente 40.56 kilómetros.
Así que, para facilitar la Conquista de México, los vivillos españoles idearon ese símbolo y lo demás, es historia.
Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice: “Quien con licaones permanece a emitir sonidos guturales se adiestra”. (El que con lobos anda a aullar se enseña).