La marca de tenis Nike es una de las más reconocidas a nivel mundial. De hecho, está considerada la marca número uno, la que más se vende y la que más ingresos genera.
En segundo lugar está Adidas, en tercero Jordan, en cuarto Puma, en quinto New Balance, en sexto Under Armour, en séptimo Reebok, en octavo Saucony, en noveno Asics y en décimo, Converse.
Pero, ¿qué pensarían si les dijera que Nike acaba de lanzar un modelo de tenis elaborado con sangre humana para hacer un homenaje al mismísimo chamuco?
Sí. Aunque usted no lo crea, como decía Ripley. Se dio a conocer la noticia en días pasados de que la famosa marca lanzó 666 pares exclusivos de tenis en los cuales se incluyó sangre humana.
Y 666, según la tradición cristiana, es el número de La Bestia, del Anticristo.
La colección “Zapatos de Satanás” se basan en un modelo anterior, pero la diferencia es que en un depósito ubicado en la suela contienen 66 centímetros cúbicos de tinta roja y una gota de sangre humana.
El costo de estos inusuales tenis es de mil dólares con 18 centavos.
¿A quiénes va dirigido este producto? ¿Cuál es su mercado meta?
¡Obvio! Los satanistas con billetes.
En todo el territorio de Estados Unidos abundan las iglesias que rinden culto al diablo. Entonces, es lógico pensar que alguno de los creativos de Nike creyó que sería buena idea fabricar unas zapatillas que los hagan sentir cómodos y exclusivos.
El modelo incluye un pentagrama de bronce sujeto a la lengüeta y una cruz invertida.
Especialistas advierten que la empresa está jugando con fuerzas que no pueden entender, pero además, consideran que la idea es hacer ver “cool” todo lo relacionado con el maligno.
Y ahora que hablo del maligno, en años recientes han aparecido programas que buscan convencer a la gente que el diablo no es el malo del cuento, que siempre hemos estado equivocados porque fue un egoísta y celoso dios el que lo aventó al abismo, en castigo por no cumplir con sus designios.
Si quieren saber de lo que hablo, vean la serie de Netflix llamada Lucifer (Lucifer, por su nombre en inglés. Estrenada en 2016 por los estudios Fox. Creador: Neil Gaiman, Sam Kieth y Mike Dringenberg. Protagonistas: Tom Ellis, Lauren German, Kevin Alejandro, D.B. Woodside, Leslie-Ann Brandt y Scarlet Estévez).
La historia gira en torno a Lucifer Morningstar (Lucifer Estrella de la Mañana), quien decide tomarse unas vacaciones en el mundo de los seres humanos, cansado de administrar el infierno.
¿Y qué ciudad creen que escogió? ¡Los Ángeles, California, por supuesto! Ahí establece un burdel que utiliza como centro de operaciones. Lucifer conoce a la detective Chloe Decker, de quien se enamora. Se vuelve consultor externo de la policía de Los Ángeles y resuelven un montón de casos.
En el transcurso de la historia el espectador llega a tener simpatía hacia un carismático diablo que toma la vida a la ligera, consume drogas, hace sexo con hombres y mujeres por igual y que a final de cuentas, cuando Dios en persona decide que es el momento de retirarse del reinado celestial, lo deja a él encargado del cielo, luego de pasar una serie de pruebas que lo señalan como su más digno sucesor.
Por eso y por mucho más digo, aseguro, certifico, sostengo, afianza, amarro, aferro, remacho, testifico y apuntalo que el mundo está cada vez más loco y que ya estamos entrando a un nuevo período de oscurantismo, a una nueva Edad Media donde los mitos y las falsas creencias opacan la luminosidad de la ciencia.
Los dejo con el refrán estilo Pegaso: “En mayor medida tiene conocimientos el demonio por añoso”. (Más sabe el diablo por viejo).