Tuesday, November 26, 2024

Al Vuelo-Piercings

Por Pegaso

Diamanday, anillo de acero inoxidable para el tabique nasal, punta acrílica, túnel de herradura.

Este bonito accesorio viene en cinco novedosos colores. Su diseño ergonómico permite al usuario disfrutar de una sensación única.

Su elegante diseño le brindará el estatus que necesita. Llévelo por un módico precio de 36.27 dólares.

Eso no es un juego, ni se trata de ficción. Es realidad.

¿Qué necesidad pudiera tener una persona para llevar un anillo incrustado en la nariz? Solo de verlos me dan ñáñaras.

Son modas para los jóvenes. Jóvenes que no tienen en su memoria que ese tipo de argollas se les colocaba a los bueyes en el campo para hacer más fácil su manipulación.

El dueño del animal amarraba un lazo a la argolla y así, cada que jalaba para un lado, el buey tenía que seguir la cuerda, porque el tirón le producía un intenso dolor en el tabique nasal.

Hay muchas modas absurdas más.

Ví en un video a un tipo completamente tatuado y mutilado hasta el punto de parecer un murciélago o un vampiro humano.

Estaba pelón, se había quitado el cartílago de la nariz, no tenía cejas, los pómulos estaban salientes, en la frente tenía implantes que le daban un aspecto diabólico, sus ojos con pupilentes rojos y todo él daba un aspecto aterrador.

Lo estaban entrevistando en un canal de televisión y aseguraba que invirtió miles de dólares para lograr ese aspecto, del cual estaba orgulloso.

Hace mucho tiempo, en siglos pasados, los tatuajes eran solo de uso exclusivo de los presidiarios.

En la actualidad, hasta los niños de pecho se hacen ese tipo de dibujos en la piel.

El tatuaje suele ser permanente. La tinta que se aplica con pequeños piquetes de aguja, penetra en las capas internas de la dermis y ahí se queda.

Es posible eliminar, con el paso de los años, cuando ya no queremos tatuado en nuestras pompis el nombre de la novia, esposa o querida, recurriendo a los rayos láser, como lo hizo Nodal cuando Ángela Aguilar le exigió que se quitara todo lo que le pudiera recordar a su ex.

Pero tanto poner como quitarlos, nos sale un ojo de la cara, a menos que tengas tanta lana como Nodal.

A precios actualizados, las tarifas en la mayor parte de México son las siguientes:

-Tatuaje pequeño, desde 700 hasta los 3 mil pesos.

-Tatuaje mediano, desde 1,400 hasta los 5,600 pesos.

-Tatuaje grande, desde 2,500 hasta 8 mil pesos.

-Tatuaje pequeño a color, desde 900 hasta los 3,500 pesos.

-Tatuaje mediano a color, desde 1,600 hasta 7 mil pesos.

-Tatuaje grande a color, desde los 3 mil hasta los 9 mil pesos.

El colmo es cuando alguien se manda tatuar la figura de la Santa Muerte. O forma parte del crimen organizado, o le gusta todo lo relacionado con el crimen organizado. No hay más.

Pero he visto que ese dibujo en particular se ha vuelto muy popular. No pasa un día sin que vea a alguien con la Santa Muerte pintada en un brazo, en el pescuezo o en los cachetes.

Piercings, tatuajes, implantes, ¿qué más sigue?

Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “O nos identificamos con nuestra personalidad o no lo hacemos”. (O somos, o no somos).

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