Miren. No soy muy fan del “Perro Pantorrillero” Alimandro Rojas Díaz-Durán, Senador suplente de la República, pero lo que escribió en su cuenta de Twitter tiene mucho de cierto.
A continuación replico palabra por palabra lo que subió a esa red social, en ocasión de los resultados de las encuestas de MORENA para elegir al Coordinador Nacional de los Trabajos de la Cuarta Transtormación, cargo que recayó en Claudia Shikitibum y la supuesta postura de rebeldía asumida por el carnal Marcelo.
Quiero compartir dos cuestiones fundamentales que me inquietan:
- Morena y el movimiento de la 4T están divididos. Esta división pone en riesgo nuestro triunfo en 2024.
Ante la crisis política que enfrentamos, sugiero que Morena analice con responsabilidad y democrática legalidad —nos guste o no— las denuncias presentadas por Marcelo Ebrard. Estamos moral y políticamente comprometidos a ofrecer una respuesta democrática, legal y transparente.
La unidad no se impone desde arriba; se construye desde la base y democráticamente.
- Nuestra preocupación radica en el rumbo actual del movimiento. Los que hemos luchado desde la Corriente Democrática y nos enfrentamos hace décadas al “dinosaurio” y al “ogro filantrópico”, como lo denominó Octavio Paz, en lo que se llamó la dictadura perfecta con máscara democrática, observamos con atención cómo, en los últimos dos años, además de un fuerte compromiso del pueblo mexicano por la transformación y una pasión política sin precedentes, esta transformación se está desviando hacia una restauración del antiguo régimen político del siglo pasado, ahora reinventado en el siglo XXI. Estamos viendo cómo un partido se está convirtiendo rápidamente en un partido de Estado, respaldando un hiperpresidencialismo, sin contrapesos y sin equilibrios democráticos.
Hemos observado en más de dos años cómo han resurgido las viejas prácticas y vicios políticos que pensamos habíamos erradicado. Han vuelto con fuerza y se han manifestado con gran magnitud en todo el país y a todos los niveles.
Esta es una regresión democrática que debemos corregir y revertir.
Confío en que el movimiento de la #4T redefina su camino hacia la consolidación de un genuino régimen político democrático y un renovado Estado social de Derecho, que facilite la refundación de la República. Desde el #AlaDemocrática de #Morena, continuaremos impulsando este objetivo, como siempre lo hemos hecho.
La gran mayoría de los mexicanos deseamos que prospere una #TransformaciónDemocrática y no un retroceso antidemocrático y autoritario. No queremos concluir, parafraseando a Monterroso: “Y cuando despertó, el dinosaurio, ahora guinda, seguía ahí”.
De ahí hay que destacar dos cosas: Que ya MORENA y la 4 T no son un movimiento monolítico, porque ya surgió una “ala democrática” y dos, que según “El Perro Pantorrillero”, estamos teniendo un retroceso como país, cosa que en este espacio hemos repetido durante los últimos años.
No me gusta decir “se los dije”, pero se los dije. Tenemos en puerta un maximato, que es una forma de dictadura, al igual que lo fueron la partidocracia del PRI y la oligarquía del PAN.
Y las dictaduras, generalmente no son buenas y duran por muchos años.
LA FALLA DE ANDRÉS: Si metió las manos en el proceso interno de MORENA, lo más seguro es que también las querrá meter en las elecciones constitucionales, como lo hicieron sus antecesores, priístas y panistas.
Y ahora viene el refrán estilo Pegaso: “Can se abstiene de ingerir can”. (Perro no come perro).