Por Pegaso
Les voy a contar un secreto para hacerse viral en las redes sociales: O estás muy guapo/a o estás muy feo/a. No hay término medio.
Viendo un video en Facebook donde una curvilínea mamá se contonea al ritmo de una pegajosa melodía, con un vestido blanco de florecitas que muestra sus ebúrneos encantos, además de un rostro agraciado, uno entiende a la perfección qué tipo de contenido es necesario subir para llamar la atención de miles o millones de usuarios.
También veía en otro video a una chica que se quejaba de no tener las suficientes visitas en su cuenta de Tik Tok porque no enseñaba chichis y nalga.
¡Por supuesto! Uno de los principios de Economía es que hay que enseñar la mercancía para vender.
En el caso de la madre bailadora, cautivó el corazón de muchos internautas por sus gráciles movimientos y por sus curvas contundentes, sin necesidad de enseñar de más.
Pero la imaginación del público masculino fue suficiente para disparar la cantidad de visitas, y el video se viralizó.
Por eso mismo les doy el siguiente consejo: Si eres un tipo o una tipa normal, si eres feyoyo a medias, o apenas algo guapetón, ni te metas. No tendrás éxito.
Recuerda que las cosas extraordinarias les ocurren a los individuos extraordinarios. Si estás en la justa medianía, pasarás el resto de tu vida en la mediocridad.
Ahora que, si eres un galán o galana, explota tus atributos. En las redes sociales abundan las chicas que, sin llegar a producir material porno, se han vuelto mega ultra virales, como Karely Ruiz.
Han hecho fortuna solo con mostrarse medio desnudas, aunque sus curvas y voluptuosidades sean producto del bisturí.
Entonces, si eres buchona y quieres ser estrella de las redes sociales, tienes el mundo a tus pies.
Por el otro lado, en el mundo de los feos, mientras más ridículo te veas, más seguidores tendrás.
Recordemos el caso de aquel muchachito descarriado conocido como “El Pirata de Culiacán”, que decía y hacía pendejada y media, y consiguió millones de seguidores. Seguidores que solo entraban a sus cuentas para reírse a sus costillas, porque estaba más feo que “La Gilbertona”.
Murió a los 17 años porque la fama lo mareó. Insultó a un conocido capo del crimen organizado y este lo mandó matar.
Y bueno. Ahí está el mismísimo caso de “La Gilbertona”. Un tipo que en fealdad se daba un tiro con Danny Trejo y “El Alacrán” Granados.
Los mismos maloras influencers que lo hicieron famoso, iban a entrevistarlo porque eran cientos de miles de visitas garantizadas, cada que abría la boca.
Tenía un léxico de carretonero. De su boca escapaban víboras y tepocatas, pero siempre tenía una respuesta ingeniosa o picante.
Volviendo al mundo de la hermosura, es muy común que en los estadios deportivos los fotógrafos aficionados estén al pendiente de alguna bella que esté disfrutando del partido con una sugerente camiseta o un vestuario de infarto.
Que yo recuerde, la primera que captó las miradas del respetable fue Mar Castro, la famosísima “Chica Chiquitibum” del Mundial de Futbol México 86.
En un comercial de la cerveza Carta Blanca, se hace una toma de apenas una fracción de segundo de una chica de pelo ensortijado y rostro exótico, ataviada con una camisetita ombliguera con el logo de la marca, mientras se escucha de fondo la porra mexicana modificada: “¡Chiquitibum, a la bim bom baaaa! ¡Chiquitibum a la bim bom baaaa! ¡A la bio, a la bao, a la bim bom ba, México, México, ra, ra, raaaa!”
Total. Si usted quiere hacerse viral y no es ni muy guapo ni muy feo, ni siquiera lo intente. No tendrá éxito.
Alguno de mis dos o tres lectores me replicará: “Oye, Pegaso, pero la Wendy Guevara sí ha tenido mucho éxito”.
Y yo le contestaré: “Bueno, quítale todo el bondo que se pone como maquillaje en la cara y verás que el güey está más feo que pegarle a Dios.
Mejor nos quedamos con el refrán estilo Pegasiux que a la letra dice: “La fortuna de la repulsiva la agraciada la anhela”. (La suerte de la fea la bonita la desea).