Tuesday, April 1, 2025

AL VUELO-Sirenas

Por Pegaso
Anda por ahí circulando una “noticia” que se ha vuelto viral: Cantinflas tenía sirenas en cautiverio en su mansión de Acapulco, allá, por los años 50’s.
Según esa historia, rescatada por un tik toker llamado  @Carlos_Name, el divo mexicano habría tenido contacto con un hombre misterioso que le ordenó construir su mansión en Acapulco, frente al mar, colocar una estatua suya y pintar en las paredes las figuras de varios seres marinos.
La leyenda urbana agrega que el citado individuo le llevó varias sirenas a su mansión. El tik toker muestra un supuesto álbum con varias figuras humanoides con cola de pez, pero advierte que a la fecha ya no se pueden encontrar ese tipo de seres en el área cercana a la residencia del divo, citando “investigaciones” de especialistas de los cuales, por supuesto, no da sus nombres.
Le pregunté a su sobrino nieto, que trabaja aquí en Reynosa como Jefe de Policía, Geovanni Barrios Moreno y me confirmó que, efectivamente, Cantinflas tenía varias sirenas en su mansión, pero eran de concreto.
Mario Moreno adoraba a esos seres de la mitología griega (los pegasos semos más chipocludos), por esa razón tenía dibujos en las paredes y estatuas de cemento en sus patios.
Así que, cuando mis dos o tres lectores vean ese tipo de “información”, pónganla en duda, o por lo menos, hagan un gesto moviendo la cabeza repetidamente en ambas direcciones mientras ponemos los ojos en blanco y chistamos levemente.
Me pregunto qué otra cosa sacarán los sin quehacer, llámense tik tokers, facebooqueros o youtuberos.
Creo que están compitiendo a ver quién saca lo más estrambótico, rimbombante, churrigueresco y rocambolesco.
Yo, Pegaso, siendo una figura del folclore heleno, me resisto a caer en el juego de tan pintorescas proposiciones.
Les hemos dado mucho poder a los influencers y estos hacen con nosotros lo que quieren.
Vi un video de un cuate que compara el impacto que tiene una jovencita mexicana con dos ingenierías, una en Astronáutica y otra en Matemáticas, contra el controversial, malcriado y majadero chamaco llamado “La Venenito”.
Para quienes no saben, “La Venenito” es un adolescente flacucho y feo que se siente prostituta. Ha aconsejado a sus millones de seguidores, muchos de ellos de su edad, que no estudien, que se gana mucho más dinero en las redes sociales.
En otras declaraciones ha dicho que cobra hasta 500 pesos por fotografía y yo me pregunto: ¿A quién demonios le interesa tomarse una foto con La Venenito? Necesitaría estar tan o más deschavetado que él.
Pero así es el mundo de los influencers.
La pregunta que se hacían en el video es por qué, una jovencita cuyo sueño es ir al espacio y que ha sido reclutada por la NASA tiene muchos menos seguidores y mucha menos influencia que “La Venenito”.
Mí no entender. Son cosas de la posverdad, donde los valores están tergiversados, enredados, alterados, deformados, falseados, desvirtuados y torcidos.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “Mi tórax no se asemeja a un depósito”. (Mi pecho no es bodega).
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