“Las corcholatas también lloran”, la nueva moconovela que te hará reír y llorar, presenta a sus artistas consentidos, Claudia Shikitibum, el carnal Marcelo, Adán Augusto Roberto López, Rucardo Montreal y Geriardo Norroña…
¡Nooooo! Lo cierto es que en la vida real no le pedimos nada a los culebrones de Telerisa y Teleaztuerca.
Resulta que todo mundo creía que las cuatro “corcholatas” del Pejidente y los dos colados se iban a ir solitos en la carrera rumbo al 2024, con una oposición sumamente débil.
Se decía que cualquiera de ellos que resultara designado por MORENA y la alianza “Juntos Hacemos Historia” no tendría rival por delante.
Pero parece que en los últimos días se les han complicado un poco las cosas.
En primer lugar, las “corcholatas” ya llevan dos semanas en gira por toda la República y ninguno levanta.
En segundo término, el activismo de la incómoda senadora Chóchil Cálvez mantiene preocupado a todo el aparato de la Cuarta Transtornación.
Todo empezó cuando el Pejidente mencionó en La Mañanera a la panista, con no sé qué tema.
Esta se presentó al día siguiente frente a Palacio Nacional pidiendo el derecho de réplica, lo cual no le fue concedido y eso dio pie para que los mexicanos nos empecemos a dar cuenta hacia donde masca la iguana.
A la fecha, Chóchil Cálvez ha logrado repuntar hasta tal punto que los especialistas nacionales y extranjeros plantean que será la candidata de la alianza opositora con posibilidades reales de triunfo en las elecciones del año próximo para la Presidencia de la República.
Analistas hay que afirman que Chóchil debería conformarse con ser candidata a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, -misma que, si hoy fueran las elecciones, ganaría con un cómodo margen- en lugar de que le gane la ambición y quiera buscar la Silla Grande.
Serán peras o son manzanas, pero la verdad es que fue el propio ALMO quien moldeó a sus “corcholatas” a su imagen y semejanza, para que durante dos meses fueran a difundir su evangelio de la Cuarta Transtornación por todo el país, pero ahora también ha creado a su Némesis en la oposición.
Y ya sea que la siga atacando desde la comodidad de las mañaneras o utilizando los recursos del Gobierno Federal para desacreditarla, o bien, que opte por ignorarla olímpicamente, el fantasma de un candidato de oposición fuerte estará presente de aquí en adelante.
Porque no solo está Chóchil Cálvez tocando a la puerta.
Desde hace varios años, cuando empezaron a hacerse las mediciones para ver el posicionamiento de algunas figuras que podrían aspirar a la Presidencia de la República, el nombre del joven alcalde regiomontano Luis Ronaldo Coloso Briojas aparece consistentemente por arriba de todos los opositores, solo atrás de Claudia Shikitibum y el carnal Marcelo.
¡Y eso que hasta ahora no ha hecho campaña, como los demás; ni siquiera ha dicho que quiera participar para la Presidencia de la República! ¿Qué tal si lo hiciera?
Es bien sabido cuando hay un candidato fuerte: Le empiezan a sacar hasta de lo que se va a morir.
El Sistema empieza a rascar hasta lo último para ver si el personaje se aventó un pedo en público, si tiene antecedentes criminales o si defraudó al fisco.
En el caso de Coloso, lo han balconeado ebrio, le critican que haga obras de relumbrón en Monterrey y atacan su juventud, diciendo que sería mejor que se esperara para el 2030.
A Chóchil Cálvez le han publicado su relación con el pelón Chalinas de Tortari y su magro papel como Senadora de la República.
Pero, ¿se imaginan una alianza opositora donde Coloso vaya por la Presidencia y Chóchil por la Ciudad de México?
Ya lo dice el viejo y conocido refrán: (Crea fama y te sacarán los ojos… No… Cría cuervos y échate a dormir. Bueno, la idea es esa, como decía el Chapulín Colorado).