Wednesday, May 28, 2025

AL VUELO-Yo

Por Pegaso
Nosotros no somos los mismos que cuando fuimos niños.
Es obvio que nuestros cuerpos han cambiado y nuestra experiencia es mucha mayor, pero fuera de eso, pocas o ninguna de nuestras células de hoy son las mismas de nuestra infancia.
El cuerpo se está renovando constantemente, capa por capa. Por ese motivo utilizamos un abrasivo para bañarnos: Para ir eliminando las células muertas más superficiales, que son sustituidas por otras y así, sucesivamente.
Es como la paradoja del Barco de Teseo.
Teseo tiene un barco, pero una de las tablas ya se pudrió y desea cambiarla. Más adelante hay otra tabla rota y la sustituye. Y así, sigue con las velas, los remos y todo lo demás, hasta que ya no quede nada por sustituir.
La pregunta es: ¿Se trata del mismo barco?
Aunque aún se puede llamar “el barco de Teseo”, la realidad es que todo en él es diferente, aunque las nuevas partes sean idénticas a las anteriores.
De igual manera, yo no soy el mismo que cuando era un infante, o un joven… es más, ni siquiera soy el mismo que el día de ayer.
En el transcurrir del tiempo, vamos dejando atrás nuestras vivencias y experiencias, algunas agradables, otras dolorosas, pero todo ello va formándonos como persona, año tras año, día tras día, hora tras hora y segundo tras segundo.
Hay cosas de las cuales nos sentimos orgullosos y otras nos avergüenzan.
Por ejemplo, hay quienes se dan a la gula desde chamacos, no hacen ejercicio y beben en exceso.
Al paso de las décadas desarrollan diabetes, problemas digestivos, hipertensión y muchas otras enfermedades crónico-degenerativas.
Hay quienes toman decisiones que saben que los van a perjudicar a mediano o largo plazo, pero aún así las realizan.
Creo que si tuviéramos la oportunidad de utilizar una máquina del tiempo, iríamos precisamente hasta el momento en que tomamos esas decisiones para tratar de convencer a nuestro “yo” del pasado a que no lo haga.
Eso sería fabuloso, porque así nos evitaríamos muchos de los problemas que tenemos en la actualidad.
Pero hay un problema. No tenemos máquina del tiempo y no hay forma de visitarnos a nosotros mismos.
Pero si llegara a haberla, lo peligroso de alterar el pasado es que con ello se altera el presente y el futuro.
No sabemos qué nos podría esperar.
Hay algunos escritores que han hecho un ejercicio mental para tratar de adivinar qué pasaría si hay un cambio en el pasado, por mínimo que fuera.
La película “El Efecto Mariposa” (“The Butterfly Effect”, por su nombre original en inglés. Estrenada en 2004. Director: Eric Bress. Protagonistas: Ashton Kutcher, Amy Smart, Eric Slottz y William Lee Scott), relata la vida de un estudiante universitario que experimenta viajes al pasado, intentando arreglar algunas cosas que están mal en el presente, pero los resultados son imprevistos.
En “El Planeta de los Simios” (“Plante of the Apes”, por su título en inglés. Estrenada en 1968. Director: Franklin J. Schaffner. Protagonistas: Carlton Heston, Kim Hunter, Roddy McDowall y Maurice Evans), un astronauta tiene un aterrizaje forzoso en La Tierra. Sin embargo, pronto descubre que está dominada por simios, debido a que alguien intervino en la historia del planeta, haciendo que la evolución favoreciera a los monos, hasta que estos formaron una civilización, mientras los humanos sobreviven de manera salvaje.
En “Volver al Futuro” (“Back to the Future”, por su nombre original en inglés. Estrenada en 1985. Director: Robert Zemeckis. Protagonistas: Michael J. Fox, Christopher Lloyd, Lea Thompson y Crispin Glober), Marty McFly es enviado al pasado por el Doc Emmett Brown. Gracias a que pretende hacerse rico con un almanaque deportivo, el futuro cambia y tienen que regresar para corregir el error, con una serie de sabrosas aventuras.
Como todo eso es ficción, aún, tenemos que conformarnos con lo que tenemos y lo que somos. No hay manera de ir y darle una cachetada guajolotera a nuestro otro yo para que no sea tan pendejo y haga bien las cosas, para que nuestro yo del futuro no tenga nada que reclamarle.
Creo que ya me hice bolas.
Viene el refrán estilo Pegaso, cortesía de José María Napoleón: “La situación que sucedió en determinada fecha no volverá a acontecer”. (Lo que un día fue no será).
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