Coincidencias hay muchas, pero pocas tan claras como las que hoy marcan el camino político en Tamaulipas. Mientras la alcaldesa de Nuevo Laredo, CARMEN LILIA CANTUROSAS VILLARREAL, recorre municipios, se deja ver en eventos y fortalece su presencia en todo el estado, la lectura es una: va de frente y decidida a pelear por la gubernatura en 2027.
Su activismo no es casual ni aislado. Es parte de una estrategia que, poco a poco, va tejiendo simpatías más allá de la frontera y del panismo que alguna vez dominó la entidad.
Los discursos en plazas públicas, las reuniones con sectores sociales y empresariales, y su capacidad de mostrarse cercana, la colocan hoy como una de las cartas más fuertes de Morena.
La coincidencia es que, al mismo tiempo, la otra figura que parecía llamada a competir, OLGA SOSA, enfrenta un desgaste notable.
En los pasillos de la política local y hasta en la capital del país, se dice que la Senadora ya está “muy quemada”. La sombra de las investigaciones en Estados Unidos y la “compartidera” de información con el Gobierno de la República, han puesto nerviosos a más de uno, y a diferencia de CARMEN, que cruza tranquilamente a Laredo por hamburguesas, dicen que OLGA ya no se anima tan fácil ni a ir de shopping a McAllen.
Las percepciones pesan, y en política a veces cuentan más que los números. Hoy, CARMEN LILIA aparece con ventaja en la narrativa: la de una mujer que se mueve, que camina, que ocupa espacios; frente a otra que, aunque con experiencia, arrastra señalamientos que difícilmente se borran.
Coinciden también los tiempos: faltan tres años, pero el tablero ya comenzó a moverse. Y como suele ocurrir en Tamaulipas, los mensajes están a la vista de todos.
El reto para CARMEN será sostener el ritmo y convertir su presencia en estructura; el de OLGA, será demostrar que aún tiene cartas que jugar.
Porque si algo sabemos es que, en política, las coincidencias nunca son casualidad.
QUE CURIOSO
El chavo que parecía el sucesor natural de Lalito Gatas (así sin doble TT)… ya no lo es, y todo porque se mareó apenas llegó a ser Secretario en el Gobierno de Tamaulipas.
Ya se peleó hasta con quienes no debía y los desaires que seguido le hacen en eventos oficiales, son muestra, señal y advertencia, de que ya no es del círculo, que ya no es consentido y que no será respaldado.
¿Quién para la Capital? Seguro la joven diputada local. Ya verán.