El exrector de la UNAM descartó que exista un déficit de médicos en México como afirma el gobierno.
José Narro Robles criticó la contratación de médicos cubanos por parte del gobierno. (Cuartoscuro)
Los médicos cubanos que serán contratados por el gobierno no resolverán el problema de atención médica presente en el país, aseguró este jueves el exrector de la UNAM y exsecretario de Salud, José Narro Robles.
El especialista presente durante el Foro de El Financiero, MeetPoint Virtual. Médicos mexicanos ¿necesitamos refuerzos extranjeros?, opinó que la contratación de personal de salud cubano “no resuelve absolutamente nada”.
“El sistema publico de salud tiene 235 mil médicos por lo menos, 500 representan el 0.2 por ciento de la capacidad, resolvemos un problema con 500 médicos? No”, criticó.
Aunque no demeritó su capacidad para ayudar en momentos en que México lo ha requerido, como pasó durante la pandemia de COVID-19, el exfuncionario argumentó que “no tienen capacidad para resolver un problema de una envergadura totalmente diferente, donde se requiere infraestructura, equipo de salud complementario, y por supuesto, capacidad para hacer diagnóstico de laboratorio y abasto”.
Además, descartó que exista un déficit de médicos especialistas en el país y señaló que la medida de contratación es, más bien, parte de un compromiso político del gobierno de López Obrador.
Al igual que el asesor en políticas de Salud, Xavier Tello, también presente en el foro, Narro indicó algunos de los obstáculos que ha tenido la implementación de atención médica en comunidades alejadas.
Uno de ellos ha sido el rápido incremento del número de localidades, las cuales se han duplicado en los últimos 50 años.
“Llevar servicios de todo tipo, incluidos de salud representa un reto, un desafío, un verdadero problema y ubicar médicos especialistas en ese panorama es muy complejo. La dispersión de la población juega un papel importante”, apuntó.
Asimismo, la falta de condiciones de trabajo adecuadas como equipo, infraestructura y seguridad ha sido un impedimento para que el personal de salud tenga la disposición de trabajar en esas zonas.