Cd. Victoria, Tamaulipas.- Como quien nada debe pero sí escoltado, este martes antes de iniciar la sesión ordinaria del Congreso, pisó base Ismael García Cabeza de Vaca en el recinto legislativo, enfundado en un traje azul y con una sonrisa que hace recordar las palabras del presidente de la Junta de Gobierno, Humberto Prieto Herrera, «que se deje de chiflazones».
Su aparición la realiza 15 días después de haberse instalado la 66 Legislatura y luego de una serie de dimes y diretes entre panistas y morenistas, acaparando los titulares de la prensa, y dejando en duda si había una orden judicial o no que le impidiera ocupar su curul.
Después de la sorna, el hermano del autoexiliado ex gobernador de Tamaulipas asegura que llega al Congreso con un amparo contra algo que no precisa en ningún momento a pesar de los insistentes cuestionamientos.
Carga contra el gobierno en turno y alude al amparo como un método de defensa «definitivamente de cualquier ciudadano como es un servidor, como cualquier mexicano».
Se detiene unos momentos en el vestíbulo del recinto y alardea de representar a «una importante parte de la población, no todos están de acuerdo con lo que está pasando en el país… yo represento todas esas voces que no están de acuerdo».
Y adelanta que viene a «levantar la voz», en una actitud distinta a la que algunos de sus compañeros de bancada han mostrado a lo largo de los últimos días y que muestra un ánimo más de transitar que de confrontación con la aplanadora de Morena y sus aliados que juntos tienen 26 de los 36 diputados de la Legislatura.
Así pues, apura el paso hacia la Secretaría General del Congreso para hacer del conocimiento que por fin se apersonó luego de una serie de justificantes por Covid-19, y en el tránsito por el pasillo evade las preguntas sobre si su hermano ha pisado México en los poco mas de dos años después de haber terminado el sexenio cabecista.
Y así, sin despejar la duda sobre contra qué se amparó y al negar que haya alguna orden de aprehensión en su contra, sube a reunirse con su bancada a la espera de que empiece la sesión, eso sí, ya con fueron.