De mi escuela primaria recuerdo a la maestra Bellanira. Me dio clases en tercero, y a pesar de ser una generala que cuadraba al grupo nomás con la mirada, era un ser entrañable. Me enseñó caligrafía; si bien ya sabía yo escribir, esto de ir sobre la línea nomás nunca ha sido lo mío. Ella se empeñó todo ese tercer año en que todo su grupo escribiera en manuscrita y letra de molde con una belleza digna de concurso, y así fue, el segundo ligar obtuve. También me enseñó la disciplina y el trabajo en equipo…
Años más tarde, en mi segunda carrera, conocí a Fernando Martinez Monroy, el maestro de análisis dramático. MI MAESTRO. Un ser excepcional. Un sabio era. Me enseñó a distinguir entre lo moral y lo ético, entre la verdad y la realidad. Me enseño a ser amiga, respaldo, hombro para llorar. Todavía lo recuerdo en el funeral de su madre – porque años más tarde se volvió también mi amigo – estaba sentado ahí, como un niño perdido en frente del mundo y sin tener ánimo de ir a ninguna parte. Ahora lo entiendo…
También existen quienes no enseñan una signatura y no llevan este título porque su escuela es la vida, de esos también tengo para contarles. Mi padre, por ejemplo, que me enseñó a ser una sobreviviente, una mujer pensante…
He sido testigo de maestras que se han privado de unos cuantos pesos por regalar un par de zapatos, un instrumento a sus alumnos… por eso los maestros, los verdaderos maestros, tienen esa peculiaridad de marcarnos la vida a quienes nos enseñan.
Ahora bien, como ya le contaba en otra ocasión, las artes son de estos estímulos que le mueven a uno el alma, que, como los buenos maestros, nos marcan la vida, ahora sumemos estos dos elementos en una sola ecuación…
Maestros de arte…
En estos 15 años que lleva el IRCA de labores se ha destacado por acercar las artes a la ciudadanía ofreciendo espectáculos de artistas locales, nacionales e internacionales, pero también por las clases de artes que imparten y que son completamente gratuitas y que además están distribuidas en sedes estratégicas para su mejor acceso.
Estas clases, evidentemente, son impartidas por maestros de artes. Personas que dejan sus corazones en compartir una clase de, vamos a decir violín, a veces sin tener la conciencia plena de cuanto se está realmente ofreciendo.
De modo que en las festividades por los XV años de labores del IRCA, la dirección de este instituto, a cargo de la Lic. Haydeé Álvarez Ortuño y el Gobierno Municipal de Reynosa, presidido por Carlos Peña Ortiz, quisieron ofrecer una fiesta para ellos, misma que se llevará a cabo este sábado 9 de diciembre a las 12:00 pm en el Auditorio 1 del IRCA Longoria, y el programa será ejecutado por los propios alumnos, quienes, en un espectáculo multidisciplinario, contarán la historia del IRCA.
¿Qué mayor orgullo para los maestros que apreciar el trabajo de sus alumnos?
¿O usted qué piensa?