También se refirió a la urgencia de construir alianzas “para defender y detener el deterioro de la integridad electoral, el acoso de las autoridades a cargo de la organización de las elecciones y atajar el uso de la polarización como estrategia política”.
En su mensaje de cierre dijo que “si bien están justificados algunos de los cuestionamientos a la democracia, por su dificultad para dar respuesta a los grandes problemas estructurales de nuestro tiempo”, estos solo pueden resolverse conforme a las reglas del juego democrático.
Argumentó que situaciones como pobreza e inseguridad han contribuido a la pérdida de confianza en las instituciones, pero también son un caldo de cultivo para el surgimiento de lo que denominó liderazgos políticos con fuertes pulsiones autoritarias.
Señaló que hay tendencias hacia la concentración del poder, la reducción de los espacios cívicos y un incremento del acoso hacia la libertad de expresión.
En ese contexto, el consejero presidente del INE destacó que en todas las regiones del mundo se ha ponderado la importancia de la independencia de los organismos electorales, como eje para fortalecer el orden democrático.
Los participantes de esta cumbre – varias vinculadas a la Organización de los Estados Americanos- refrendaron su intención de trabajar en alianza “para defender y detener el deterioro de la integridad electoral, el acoso a las autoridades encargadas de organizar elecciones y atajar el uso de la polarización como estrategia política”.
Las 17 organizaciones, incluido el INE, se proponen “defender la democracia” pues como lo señaló una de las ponentes, Corinne Momal-Vanian, directora de la Fundación Kofi Annan, 70 por ciento de la población mundial “ahora vive bajo algún régimen autocrático”.
Lo anterior, precisó, acorde con el más reciente reporte del Instituto de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, según el cual, el nivel de democracia en 2021 era equivalente al nivel de 1989.
Esta “regresión” a 30 años atrás significa que 70 por ciento de la población vive bajo algún régimen autocrático “aun en las democracias”, lo que se explica, en parte, porque las instituciones no han respondido a las necesidades de los ciudadanos y la población joven está desilusionada de la democracia y de sus procesos.