El Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, vivió este fin de semana un cuestionado proceso electoral interno, en donde se acusó favoritismo, descarado acarreo y compra de votos, lo que genero enfrentamientos entre quienes participaron en el proceso y quema de urnas y destrucción de centros de votación en varias latitudes del país. El adjetivo mínimo que se llevó este ejercicio electoral, es que fue “un cochinero”.
Este fin de semana hubo elecciones para elegir, en los 300 distritos electorales del país, a los Consejeros del Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA. En cada distrito fueron electos cinco hombres y cinco mujeres, mismos que, a su vez, se convertirán en coordinadores distritales, congresistas y consejeros estatales. Y más allá de los resultados, las formas no le ayudan en nada al partido del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, rumbo al proceso electoral del 2024.
Lo importante, me parece, es establecer en qué momento se encuentra, políticamente, MORENA, de cara a la elección presidencial. Y la realidad es que se encuentra en un punto crítico, que, ante el proceso de selección de su candidato a más o menos un año, el proyecto podría colapsar, porque obvio es, que quienes aspiran, no se ponen de acuerdo ni lo harán.
Previo a esta elección de Consejeros, el Coordinador de los Senadores de MORENA, Ricardo Monreal, anunció que no participaría en este “ejercicio democrático”, al afirmar que los resultados ya están “prefigurados”, y en solidaridad con las personas excluidas, decidió evitar participar en el proceso, con el daño que a ese partido infringió su decisión.
Asimismo, y también previo a la votación, el operador de Monreal, Alejandro Rojas Díaz Durán, quien en los últimos años se ha caracterizado por amenazar, amedrentar, acusar y señalar a todos, no fue la excepción en este ejercicio realizado al interior de “su partido”, MORENA, aunque no podemos perder de vista que Rojas, el llamado “Perrito Pantorrillero” ha sido militante del PRI, del PRD, del Partido del Centro Democrático y hoy del partido marrón. El defeño, sin duda, a lo largo de su vida política –por ponerle un adjetivo- ha sido un ejemplo “de lealtad” que da miedo.
Sobre el proceso electoral, En sus redes sociales, Rojas Díaz Durán escribió:
La #elección en Morena es el carnaval del acarreo y de la simulación. #Morena abrió la puerta a las lacras de la política: #clientelismo, #corporativismo e #influyentismo. Es el primer paso hacia un nuevo partido de Estado y una regresión #antidemocrática y #autoritaria.
El #AlaDemocrática de Morena solicitará al @TEPJF_informa la anulación de esta fraudulenta elección interna. Ha sido la “Olimpiada del Fraude”. Están arrastrando a #Morena a su degradación moral y política. Esta mascarada nos fracturará, porque han violado su esencia.
El caso es que el pasado viernes y sábado, las y los morenistas eligieron a los integrantes de su órgano máximo de decisión, el Congreso Nacional, en un proceso interno, que ya fue impugnado ante el Tribunal Electoral Federal, y que se dio entre acusaciones de manipulación de las listas de candidatos a congresistas por parte de la dirigencia del partido.
Dato duro: hasta el pasado viernes, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación registraba ya 49 impugnaciones de militantes a la convocatoria del Tercer Congreso Nacional del partido, por irregularidades en la organización de la elección de los liderazgos que integrarán dicho Congreso.
¿Qué irregularidades? La mayor parte de las quejas proviene de morenistas que acusaron haber sido “rasurados”, injustificadamente, de las listas de candidatos a congresistas nacionales. Así ocurrió también en Tamaulipas, donde también hubo irregularidades en el proceso electoral.
¿Qué es el Congreso Nacional de MORENA? Este es el máximo órgano de decisión del partido y sesiona de manera ordinaria cada año. El Tercer Congreso tenía que haberse realizado desde 2018, pero, por conflictos internos relacionados con el padrón de militantes, y luego a causa de la pandemia de COVID-19, el Congreso no se había podido llevar a cabo, hasta este fin de semana que pasó.
Entre otras muchas irregularidades, fueron denunciados enfrentamientos entre militantes; también, que los “líderes” dieron preferencia a sus “acarreados”; John Ackerman, esposo de la ex titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, denunció la compra de votos, así como la denuncia del “descarado acarreo” y presión a los votantes en el Distrito 23 de Coyoacán, en la Ciudad de México, por parte de Carlos Castillo, alto funcionario del Bienestar, y Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena.
En Guerrero, se informó que militantes de Morena cancelaron la elección acusando actos de corrupción e intromisiones de personas de otros partidos políticos. Además, en redes sociales se compartieron videos y fotografías de confrontaciones entre militantes, donde se observa el jaloneo de las urnas y papeletas en el suelo en centros de votación.
En Chiapas, la jornada se vio marcada por el acarreo masivo de votantes, al tiempo que se denunció la quema de urnas y en Yajalón y Tenejapa, se acusó de compra de votos por 100 y 200 pesos. Y en Tuxtla Gutiérrez, el costo se infló alcanzando los 500 pesos. Y en Huehuetán, también en Chiapas, se registraron protestas y choques entre militantes y simpatizantes, lo que resultó en la quema de urnas y boletas.
De acuerdo con MORENA, no será hasta la próxima semana cuando se den a conocer los resultados de la elección de consejeras y consejeros electorales.
El objetivo de Morena, para realizar esta accidentada elección, fue renovar sus dirigencias en las 32 entidades federativas durante este mes de agosto y sus órganos de dirección nacional en septiembre. Todo ello con miras a estar listos para los comicios de 2023 y la elección presidencial de 2024.
Se estima que, en total, MORENA renovará casi 3 mil 500 cargos de dirigentes a nivel distrital, estatal y nacional, y sólo quedarán, hasta agosto de 2023 el presidente morenista, Mario Delgado, y la secretaria general de ese partido, Citlalli Hernández.
Por cierto, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, advirtió que en aquellos casos donde se reporte acarreo durante la jornada de elección de consejeros, y si hay pruebas, se anulará la votación de ese distrito, estridente declaración ofrecida por el presidente del partido, luego de que se denunciara acarreo de personas a las sedes de votación.
Delgado Carrillo aseguró que donde haya denuncias, se presentarán quejas ante la Comisión de Honestidad y Justicia y junto, con la Comisión de Elecciones, se evaluará si se cumplió con la convocatoria y si fue una elección libre o no, advirtiendo que no se va a permitir que en Morena se apliquen “las viejas prácticas que se hacían en otros partidos”. ¿Sí? ¿Será? La verdad es que no parece. Pero por lo pronto, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, acusó a “personas ajenas del movimiento” de provocar incidentes en los centros de votación para la renovación del Congreso Nacional del partido. ¿Le parece familiar esta acusación? Podría ser.
Lo lamentable es que la estrategia de Mario Delgado ha sido la de mediar tiempo y apostar al olvido de las acusaciones. Si no lo creé, entonces explíqueme Usted porque ante el cúmulo de acusaciones a lo largo de los últimos meses, por sus perversas relaciones con el empresario, Rey del Huachicol, Sergio Carmona Angulo, el dirigente nacional de MORENA, que no líder, no ha sido capaz de ofrecer una declaración coherente y creíble, de un asunto que ha tomado niveles internacionales, por el nivel del escándalo y corrupción y, hasta el día de hoy, nada de nada. Y de la elección de MORENA en Tamaulipas, hay mucho de qué hablar. Y lo haremos en próximas colaboraciones.
- 1.Pues resulta que la elección profundizó terriblemente las diferencias entre los morenistas John Ackerman y Epigmenio Ibarra, quienes discutieron en redes sociales tras las denuncias hechas por el Ackerman por el descarado acarreo, lacompra de votos, la violencia y otras irregularidades, durante las elecciones internas para elegir al Congreso Nacional de Morena.
Epigmenio Ibarra respondió a las declaraciones de Ackerman, y lo acusó de cercanía con medios de comunicación y con Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y –me imagino yo- como adversario del presidente López Obrador y dolido porque no será Monreal el candidato de MORENA a la Presidencia de la República, en 2024.
Así lo zarandeó Epigmeno a Ackerman: “Ay John, que cerca de Monreal y de Reforma; y que lejos de AMLO…”, escribió el productor en sus redes sociales.
Por su parte, Ackerman, calificó la acusación como “totalmente fuera de lugar y de mala leche” e insistió en la pluralidad y apertura del movimiento de Morena: “Acércate a las bases del movimiento y te darás cuenta que los reclamos de la Convención Nacional de MORENA son compartidos por miles, quizás millones, de los más fieles obradoristas en el país”, escribió en Twitter el marido de Irma Eréndira Sandoval.
Ackerman aseguró que la posición de Epigmenio implica que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, avaló, durante la elección, la corrupción y fraudes de Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, “lo cual equivaldría a decir que López Obrador es un hipócrita”.
Sin duda que, a poco más de dos años de que el presidente Andrés Manuel López Obrador deje el poder, estaría por colapsar su partido en la cara, ese partido que lo llevó a la presidencia de la república y que, a menos de 5 años de ejercer el poder, MORENA se le está haciendo polvo entre las manos, lo que podría poner la elección de 2024 en riesgo, ante la posibilidad de que la oposición se alíe para disputarle la presidencia de México el primer domingo de junio del año 2024.
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