Se registra de forma paulatina un incremento en el arribo de bañistas a playas de Acapulco, aunque comerciantes aseguran que aún no se refleja satisfactoriamente en las ventas. Foto Héctor Briseño
Acapulco, Gro. Don José Vega Durán vende helados y paletas sobre la franja de arena, en la playa El Morro, en la zona Dorada de Acapulco, desde hace casi cuatro décadas.El martes fue su segundo día de actividades después del 25 de diciembre y desde el paso del huracán Otis.
Don José ofrece sus productos a lo largo de 3 mil 500 metros de playa mientras empuja un carrito, en medio de la incertidumbre que le ocasiona no tener escrituras de su vivienda, ubicada en la colonia Vista al mar, colindante con las colonias Nueva era y Campo de tiro, misma situación en la que advirtió, se encuentran 40 familias que habitan en este sitio, en la zona poniente de la ciudad.
Explicó que por ello está en riesgo de no recibir la segunda administración de los recursos para la reconstrucción de casas afectadas por el huracán Otis, correspondiente al programa de apoyos implementado por el gobierno federal tras el paso del meteoro en Acapulco.
José Vega explicó que “tenemos un problema, somo como 40 familias las que no contamos con escritura, no nos la quiere dar el Instituto de Vivienda y Suelo Urbano de Guerrero, hemos batallado mucho”.
Hizo un llamado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en días recientes se comprometió a entregar certificados de posesión a personas que reconstruyan sus hogares en Acapulco.
El comerciante resaltó que “sería una ayuda muy grande que nos dieran las escrituras, ya tenemos 40 años viviendo ahí; los militares nos decían que no iban a entregar despensas a nuestra colonia por que no les sale (en su sistema), es lo que nos decían”.
Don José enfatizó que se registra de forma paulatina un incremento en el arribo de bañistas a playas de Acapulco, aunque aún no se refleja satisfactoriamente en las ventas, pero confía en reconstruir su casa, después de que sus tres nietos, su hija y su esposa, se refugiaron bajo una lona para resguardarse de la lluvia y el viento la madrugada del pasado 25 de octubre, pues el techo de su vivienda salió volando debido al huracán.
El vendedor de productos congelados manifestó que “estoy censado pero los papeles originales de mi casa se extraviaron, no contamos con un papel para que nos den el segundo pago de la reconstrucción, nos dieron el primer pago porque no pusieron muchas trabas”.
Explicó que “ya compramos varilla, cemento, tabique, pensamos hacer un cuartito con material secado que le quitan a la palma de coco, y arriba lámina de fierro, queremos ponerle un bañito también, echarle losa y con tabique, el albañil no puede ir ahorita porque tiene mucho trabajo, pero ya lo tenemos contratado y dice que va ir en dos meses”.
José Vega subrayó que “aquí andamos echándole ganas, el huracán nos trató muy mal pero aquí estamos, las ventas están bajas, la gente viene muy gastada yo creo, no consume lo que uno esperaba, pero hay que echarle ganas y tener fe en Dios”.