Esta figura se confecciona con base en la estimación del gasto que un grupo familiar debe realizar para satisfacer sus necesidades primordiales; sin embargo del dicho al hecho hay un gran trecho; ya que la carestía que prevalece en la mayor parte de los productos de consumo básico impide que estos lleguen a la mesa familiar, sustenta la regidora del ayuntamiento capitalino, Guadalupe Perea Almanza.
En algunas ocasiones la canasta básica se limita a la alimentación y se refiere a un grupo de productos que deben aportar los mínimos para la nutrición esencial de un individuo adulto:
“Pero en la realidad que viven las familia en el día a día, la alimentación de las familias se ha reducido al mínimo, se batalla hasta para comprar un cartón de huevo que se vende en más de 80 pesos ni que decir del frijol que tiene un costo de más de 50 pesos”.
Por lo antes dicho, la representante popular considera necesario que se ponga un alto a la carestía que se padece y que a diario pega en la alimentación, pues hay constancia de que la gente en muchas ocasiones esta batallando hasta para comprar un kilo de tortillas:
“ Los ingresos de la población son cada vez más reducidos y el costo de la alimentación y los servicios básicos se elevan constantemente, por ello es indispensable que se trabajen alternativas para regular los precios ya que la variación de los mismos no puede seguir sin control”.