Cd. Victoria, Tamaulipas.- En el Ejido Santa Ana, municipio de Río Bravo, la creciente violencia generó el desplazamiento de familias enteras, situación que no debe ser minimizada ni ocultada por las autoridades, exigió Julio Almanza Armas, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas (FECANACO).
Señaló que la inédita y alarmante situación de estas personas que tuvieron que huir a la ciudad de Reynosa preocupa enormemente al constituir una clara muestra y un foco rojo de que el tejido social está descompuesto.
La situación de emergencia en dicho ejido de la zona fronteriza de Tamaulipas, se da luego de varios meses de atentados a la red eléctrica, dejando sin luz a los pobladores, además de encontrarse en medio del fuego cruzado de grupos delincuenciales.
Sostuvo que al decidir las familias de ese ejido resguardarse en la zona urbana de Reynosa, se está viviendo en Tamaulipas un fenómeno de “refugiados internos”, situación que es muy grave porque es una clara señal del miedo y terror con el que viven los habitantes.
Así pues, Almanza Armas indicó que, ante el autoexilio de estas familias en su propia tierra, las autoridades estatales deben de actuar de manera inmediata e implementar soluciones eficaces para garantizar la seguridad y bienestar de los ciudadanos afectados, evitando que crezca el número de desplazados.
“Las personas desplazadas se encuentran en una situación extremadamente vulnerable, enfrentando dificultades para acceder a alimentos, vivienda adecuada, servicios de salud y educación y con el riesgo de vivir en condiciones precarias, sin las condiciones mínimas de dignidad y seguridad siendo lamentable que prefieran eso a seguir bajo el yugo de la violencia”, dijo.
En este sentido, explicó que ante los daños físicos y emocionales en las personas desplazadas, se está viviendo una crisis humanitaria que requiere una respuesta inmediata y coordinada de todas las autoridades involucradas.