La American Society anticipó que las reformas constitucionales provocan que las empresas americanas tengan dudas sobre el funcionamiento en diferentes instancias.
En el caso del TMEC, el representante del Partido Republicano en México reconoció que los cambios constitucionales aprobados en México, en especial, la desaparición de organismos autónomos y la reforma judicial están generando incertidumbre en las nuevas inversiones de empresas norteamericanas, por lo que, anticipó Rubin, se buscaría renegociar el tratado bajo nuevas condiciones.
“Sin duda, nosotros vemos una renegociación del TMEC, creemos que no hay vuelta de hoja los cambios en México si provocan que las empresas americanas tengan dudas sobre cómo será el funcionamiento en diferentes instancias”
“Si las condiciones fueran las mismas que en el 2023 a lo mejor una revisión sería algo que sucedería en las dos naciones, pero ante los cambios tan grandes que han significado las reformas constitucionales si crean bastante duda sobre lo que se puede hacer o no en México”, sostuvo.
Aclaro que el tratado debe seguir siendo con los mismos socios actuales: Estados Unidos, México y Canadá.
Sobre el tema de la inseguridad, Larry Rubin reconoció que los hechos violentos registrados en los últimos cuatro meses en Sinaloa, sí ha afectado a las empresas estadounidenses por los bloqueos que interrumpen la distribución de bienes y servicios y ello ha obligado a buscar alternativas como el uso de trenes de carga que implican costos mayores.
Dijo que como organización han mantenido conversaciones con el gobernador de esta entidad, Rubén Rocha Moya, para llevar más inversión estadounidense, pero que esas conversaciones fueron suspendidas por la situación de violencia que enfrenta el estado desde hace varios meses.
“Definitivamente esas conversaciones están suspendidas por la situación, pero hay interés de llevar más inversión en manufactura”, apuntó.
Reiteró que para el presidente Trump la relación con México será prioritaria por lo que representa en materia económica y comercial, seguridad y migración.
Esta prioridad se observa en los nombramientos de Marco Rubio al frente del Departamento de Estado, Christopher Landau como subsecretario y el propio embajador designado Ron Johnson.