Será crucial como palanca política para Donald Trump, quien va a contrarreloj para negociar con México y Canadá y darle un mensaje a los estadounidenses.
2026 es un año clave para el Gobierno de Donald Trump, ya que hay elecciones intermedias en el Congreso de Estados Unidos, y tanto la Cámara de Representantes como el Senado se juegan la mayoría republicana con la que el mandatario estadounidense puede dictar agenda y tomar medidas sin freno como la destrucción del Ala Este de la Casa Blanca para montar un salón de baile.
Trump, en riesgo de perder el Congreso en 2026
Estados Unidos tiene un llamado “viento de mitad de mandato”, y de acuerdo con la columna de Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, los republicanos podrían perder su estrecha ventaja en la Cámara de Representantes.
Tras las elecciones del año pasado, la Cámara de Representantes quedó con 220 republicanos y 215 demócratas, aunque el partido de Trump ha perdido a integrantes por renuncias y salidas a puestos de Gobierno, lo que hace su ventaja aún menor.
T-MEC: el camino a una revisión compleja
Considerando estos datos, y que, al tener menos del 50 por ciento de aprobación la gestión de Trump, los republicanos podrían perder hasta 37 escaños, la mayoría en el Congreso desaparecería, lo que complicaría las medidas políticas del movimiento Make America Great Again (MAGA).
Las encuestadoras en Estados Unidos ya dan ventaja a los demócratas en las elecciones para la Cámara de Representantes, lo que es una señal del deterioro de la opinión de los estadounidenses sobre Trump. Generic Ballot insinúa riesgos, mientras que RealClearPolitics, Decision Desk HQ y FiftyPlusOne dan ventajas a los demócratas de entre el 2 y 3 por ciento para las elecciones de noviembre de 2026.
La carrera en el Senado es más cómoda para los republicanos; sin embargo, las encuestadoras señalan que nada está ganado, y si el partido de Trump pierde en estados ‘bisagra’ sería otro duro golpe para el Gobierno.
¿Por qué Trump quiere acelerar las negociaciones del T-MEC incluso de manera bilateral?
Ante los riesgos de perder el Congreso en las elecciones intermedias de 2026 en Estados Unidos, cualquier error de la administración de Trump “se magnifica”, de acuerdo con Enrique Quintana, quien apuntó que temas como las señales mixtas de la economía, las tensiones comerciales globales y las confrontaciones con personas migrantes no caen bien para su aprobación.
Por ello es necesario dar un mensaje a través de las revisiones del T-MEC, y para ello necesitarán llegar a un acuerdo lo antes posible.
Estados Unidos es consciente de la urgencia que tiene, por ello sugirió incluso llegar a acuerdos bilaterales y “amarrar” mejoras para sectores sensibles, con el objetivo de exhibir resultados en pro de los trabajadores, y de paso que el T-MEC sea una “palanca electoral”.
Si Trump llega a la etapa ‘caliente’ de las elecciones con un T-MEC negociado, así sea para extenderlo hasta 2041 o hasta 2036, el mensaje va a ser la “reindustrialización”, “trabajos mejor pagados” y “menos abuso de terceros países”, lo que podría ayudar a que los republicanos ‘remonten’ en las encuestas.
¿Cómo afectaría a México una negociación ‘exprés’ del T-MEC?
Un movimiento como el que plantea Trump tendría un costo político dentro y fuera de Estados Unidos, siendo México, socio del T-MEC, uno de los países más afectados.
De acuerdo con Enrique Quintana, si la negociación de Trump es dura y urgente y se acompaña de aranceles o amenazas a México y Canadá, los precios y las cadenas de suministro podrían ser amenazadas y generar un resultado negativo.
Los demócratas, rivales de Trump, son conscientes de eso, y sus encuestas internas apuntan a que los estadounidenses ya asocian los aranceles como sinónimo de la inflación.
México y Canadá corren el riesgo de enfrentarse a concesiones rápidas bajo exigencia de Estados Unidos bajo la presión electoral, así como incertidumbre si se complican las negociaciones.

