Según publicó el diario español El País y que el propio ex mandatario confirmó, Salinas de Gortarí tiene actualmente dos nacionalidades: la mexicana y la española. Al ser español también adquiere la condición de ciudadano europeo, es decir que tiene abierta las puertas de hasta 27 países para asentarse con los derechos y sin necesidad de iniciar un proceso administrativo para la obtención de un visado.
La información del rotativo español confirmó que Salinas de Gortari solicitó y obtuvo la nacionalidad a principios del 2021 y lo hizo gracias a una legislación aprobada hace casi nueve años, cuando entonces gobernaba el derechista Mariano Rajoy y se decidió reparar el daño causado a la población judía durante su expulsión de las antiguas coronas de Castilla y Aragón, durante el siglo XV, cuando reinaba Isabel la Católica. La posibilidad de obtener la nacionalidad española la ha tenido Salinas de Gortarí desde el 2013, pero decidió solicitarla ahora, precisamente cuando coincide con el inicio de diversas investigaciones penales y judiciales para esclarecer los numerosos casos de corrupción, abuso de poder, nepotismo y nexos con el crimen organizado de los anteriores gobiernos, desde el de Salinas de Gortarí hasta el del ex presidente también priista Enrique Peña Nieto. De hecho, Peña Nieto asentó su residencia en Madrid después de solicitar un visado en su calidad de inversor inmobiliario millonario, lo que aquí denominan la “golden visa”, pero si va cumpliendo años de residencia podría adquirir derechos para también obtener la nacionalidad española.
El propio Salinas de Gortari confirmó al periódico español su movimiento para obtener la nacionalidad, que justificó así: “Los mexicanos tienen el derecho, de acuerdo con la Constitución, de tramitar otra nacionalidad sin menoscabo de la mexicana. De mis motivaciones personales, baste mencionar que estas son de orden genealógico, afectivas y de congruencia con una visión moderna de las interrelaciones compartidas entre naciones y nacionalidades; de orgullo por nuestras raíces, múltiples y diversas. Se trata, al final del día, de un derecho de los mexicanos para cuyo ejercicio, como el de cualquier otro derecho de nueva generación, no se requiere acreditar ninguna justificación”.
Y añadió que “todo ciudadano de un país europeo puede asentarse en cualquiera de las 27 naciones de esta gran región. No hay restricciones a sus nacionales en ninguno de ellos. Mi casa familiar y mi familia pertenecen a México; México es mi patria, mi mayor orgullo, mi entrañable tierra natal y siempre lo seguirá siendo”. fin de la nota