Si bien la economía mexicana tuvo una fase expansiva a principios de este año, ahora está en una fase de “montaña rusa”, destacó el director de Latam de Moody’s Analytics.
Especialistas esperan que la economía mexicana crezca apenas arriba del 1%. (Shutterstock)
La economía mexicana padece una fase de contracción acelerada, “similar a un descenso de un tren en una montaña rusa”, y esta caída que se hará más pronunciada en lo que resta del año, por lo que el PIB únicamente crecerá 1.5 por ciento en 2024 y 1 por ciento en 2025, estimó Alfredo Coutiño.
El director para América Latina de Moody´s Analytics argumenta que la economía mexicana ha encontrado la fase contractiva del ciclo político cuando la actividad se ve afectada por la terminación del gasto político-electoral después de las elecciones.
“La economía disfrutó de una fase expansiva en la primera mitad del año, pero ya está inmersa en la fase de descenso de la montaña rusa en la segunda mitad”, recalcó.
Indicadores económicos clave ya reflejan algunos efectos depresivos del ciclo político electoral expone que mientras la economía avanzó 0.2 por ciento en el segundo trimestre con cifras ajustadas ligeramente más que el 0.1 por ciento del primer trimestre punto seguido en términos anuales, el PIB creció solo 1 por ciento después de un avance de 1.8 por ciento en el trimestre previo y 3.5 por ciento en el mismo trimestre del año anterior.
El indicador de la actividad económica mostró estancamiento mensual en junio, después de crecer 0.7 por ciento en mayo; la producción industrial se desaceleró a 0.4 por ciento desde un 0.7 por ciento del mes anterior y las ventas al menudeo se desplomaron en junio al contraerse en 0.5 por ciento después de crecer un 0.4 por ciento en mayo.
Por otra parte, el mercado laboral perdió 29 mil 600 empleos en junio en donde destaca la cancelación de 34 mil 700 empleos temporales, sin embargo, la eliminación de empleos temporales se compensó levemente con la creación de 5 mil 100 puestos permanentes.
El economista detalló que en el primer semestre, la economía mexicana se benefició tanto del gasto público para financiar el proceso electoral, como de las contribuciones privadas a las campañas políticas y
La economía avanzó 2.2 por ciento en la primera mitad del año impulsada por la fase expansiva del ciclo político, la cual ha estado presente en el último año de cada administración durante las últimas cuatro décadas.
La fase contractiva del ciclo político se puso en marcha inmediatamente después de las elecciones de principios de junio, la cual se extenderá a lo largo de la segunda mitad del año.
La ausencia del gasto político-electoral afecta directamente a actividades como impresión y papel, comunicaciones y transportes, alojamiento, y alimentación y bebidas, entre otras; mientras que la terminación de inversiones afecta mayormente a las actividades de construcción. En general, los efectos negativos se reflejan principalmente en el consumo y la inversión, pero también afecta al empleo a través de la cancelación de puestos transitorios creados durante el proceso electoral.